Es el mayor evento futbolístico a nivel de clubes del mundo. Probablemente, también el que más precaución y seguridad requiera. Se calcula que hasta 15.000 efectivos de protección civil -entre policías, bomberos y personal médico- sean movilizados en Cardiff para la final de la Champions League.

También se han llegado a instalar decenas de bloques de hormigón que forman barreras en las calles para evitar ataques terroristas con vehículos, como ya ocurrió en un mercadillo navideño de Berlín el pasado 20 de diciembre. Aquel día, la tragedia se saldó con la vida de doce personas.

Ahora, de los 6.000 policías que velarán por la seguridad de los aficionados unos mil portarán armas de fuego, algo llamativo en la cultura británica, ya que es uno de los países donde las fuerzas de seguridad no suelen llevar armas.

Seguridad en las fan zones

Como viene siendo habitual en todas las finales de las competiciones de la UEFA, el organismo se encarga de que las aficiones vivan una auténtica fiesta previa al comienzo del partido. La UEFA planteó montar dos amplias fan zones para congregar en cada una de ellas a los respectivos aficionados del Real Madrid y la Juventus, pero a medida que avanzaron los días se especuló con que estas podrían ser cerradas.

Sin embargo, se confirmó desde la página web de la UEFA que todo seguiría su curso y que no se desmontaría nada. Eso sí, la seguridad se ampliaría todo lo posible.

Igualmente, una anécdota curiosa relacionada con el partido estará en la forma en que se dispute. Todo apunta a que la final se juegue con la cubierta del estadio completamente chapada, ya que cuenta con un techo retráctil que se será usado en esta ocasión para evitar cualquier tipo de incidente.