Isabel Marco (Zaragoza, 1982) estrena su cuarto álbum de estudio. Por el momento se conocen dos adelantos: Alma de canela y Las flores nunca llegarán. El primero habla del amor entre iguales, mientras que el segundo pone sobre la mesa el tema del suicidio a raíz de una noticia del año pasado, según la cual dos mujeres mayores se quitaron la vida. Dicho videoclip sale este lunes en las plataformas y se estrena en exclusiva en ElPlural.com

Con las nuevas apuestas, la cantante, ex del grupo Insolenzia y en solitario desde 2018, demuestra una vez más su compromiso con las causas sociales. Por ello, la entrevista que tienes frente a ti toca muchos aspectos, desde el puramente artístico de su protagonista hasta el protocolo antiaborto de Vox en Castilla y León pasando por la canción de Shakira con Bizarrap.

PREGUNTA (P): ¿Cómo se gesta la idea de este videoclip? ¿Por dónde crees que pasa la solución al problema que relata?

RESPUESTA (R): Se trata de un hecho real y sobrecogedor que pasa en Santander. El desahucio se iba a parar, pero la burocracia va despacio y ellas no llegaron a recibir la carta… Por lo que deciden poner fin a su vida sin saber que no iban a ser desahuciadas. Eso fue lo que más me llamó la atención de esta triste historia. Por otro lado, los desahucios siguen muy presentes a pesar de que en los medios ya no se trate tanto. Hablar de ello en mi música era una espinita que tenía clavada.

Respecto a la solución… Es que el problema parte del sistema. Debería ser imposible que una persona con 70 u 80 años, después de llevar toda su vida trabajando, se encuentre en la calle sin nada. Porque si a una persona le pilla el desahucio en su juventud, a lo mejor tienes otras posibilidades para levantarte del hoyo en el que te metes, pero con esas edades te están cavando la tumba.

Creo que tendríamos que pensar como sociedad envejecida, además, que tenemos a nuestros mayores abandonados en situaciones como éstas. Es un híbrido, los que están arriba son quienes tienen que tomar cartas en el asunto. Y nosotros despertar un poco, que parece que cuando algo no se oye en las noticias nos olvidamos de ello.

P: Esa parte de conciencia también se puede lograr con el arte, ¿no? Se me viene a la cabeza, además de tu canción, la película En los márgenes, de Juan Diego Botto.

R: Sin duda, la cultura tiene ese poder de concienciación también sobre problemas que a veces atañen directamente a una minoría, pero que al final nos afectan a todos.

P: Sí que se habla mucho, afortunadamente, de salud mental, también presente en tu videoclip. ¿Qué le dirías a alguien, no como artista sino como persona que hace canciones, que sufre de salud mental?

R: En primer lugar, es muy positivo que se ponga sobre la mesa. Antes parecía que la gente lo tenía como oculto… pero igual que vas al médico de cabecera para que te trate el resfriado, vas al psicólogo o al psiquiatra, porque es sumamente importante tener la cabeza al 100%.

Yo creo que lo inmediato es tener en la medida de lo posible un autocontrol y saber si necesitamos un poco de ayuda y, sobre todo, aceptarla; porque esto último a veces nos cuesta un poco. No pasa nada por asumir que tenemos un problema de ansiedad, de depresión… o incluso más grave y pedir una ayuda que, por otro lado, no tiene por qué ser permanente, sino que a veces una poquita basta.

Debería ser imposible que una persona con 70 u 80 años, después de llevar toda su vida trabajando, se encuentre en la calle sin nada. Tenemos a nuestros mayores abandonados

R: En tu primer adelanto, Alma de Canela, relatas un amor de verano entre dos amigas. Además, está grabado con una cámara antigua… Me recuerda en cierta medida a ese Mujer contra mujer de Mecano. Es cierto que hemos avanzado con el paso de los años, desde el matrimonio igualitario de Zapatero hasta la Ley Trans, pero ¿cuánto nos queda todavía, teniendo sobre todo en cuenta la extrema derecha que está en frente y la derecha cuando, digamos, le “hace el juego”?

R: Algo hemos avanzado en los últimos años. Quizás no mucho, pero creo que también podemos aprovechar los mecanismos que tenemos, como las redes sociales. Pienso que ahí se están alzando voces que demuestran que no es todo binario y que ayudan a la gente que no se siente representada en los estereotipos que, se ha enseñado, son los únicos normales y válidos.

Se está haciendo un buen trabajo, pero hace falta más normalización. Luego está el caso de las personas que bien por edad o bien por ideas políticas no aceptan unas condiciones que no son más que el reflejo de la sociedad que tenemos: plural y diferente. Y no aceptarlo es ponerse orejeras, antifaces y de todo frente a una realidad muy evidente y ante el mundo, en definitiva.

P: Me llama la atención el formato que habéis elegido para ir presentando el disco y que pasa por sacar una canción cada dos meses hasta la publicación del álbum en noviembre. ¿Por qué has elegido hacerlo así?

R: El mercado musical está dejando un poco atrás esa forma de sacar discos de golpe, pero porque todo es más efímero. Quiero decir, si sacas un álbum del tirón puede que “se muera” a los quince días. Sin embargo, esta manera se acerca a la forma actual de consumir música, por singles y demás, y parece que con ella se aprovechan más las canciones, también por el sistema de plataformas y demás.

Con todo, a mí me sigue gustando consumir música en físico y en vinilo y no quiero abandonar eso. Por ello, después de presentar todas las canciones en formato digital sí que editaré un disco con algún regalito extra.

P: Sé que no es tu estilo, pero me veo casi obligado a preguntártelo. ¿Qué te ha parecido la última canción de Shakira y el “cisma” que se ha abierto en España?

R: Te voy a ser muy sincera. No la he escuchado. Sé que se ha generado mucho revuelo, pero no me he detenido a escucharla, aunque he leído fragmentos de la letra contra Piqué y la otra chica.

Por una parte, pienso que la gente que escribe canciones escribe sobre lo que vive. Es verdad que gente tan famosa como Shakira y Piqué llaman mucho la atención, pero canciones de este estilo se han escrito durante toda la vida, de desamor, de despechos… quizá esa segunda y esa tercera persona no eran tan conocidas y por eso no era tan llamativo, pero creo que Shakira no ha hecho nada nuevo bajo el sol. Con todo, que haga lo que ella quiera y quien quiera que la escuche y quien no, pues no.

No he escuchado la canción de Shakira, pero canciones de este estilo se han escrito durante toda la vida

P: Eres una férrea defensora, también en tus letras, del feminismo. ¿Cómo valoras lo que está pasando en Castilla y León con el protocolo antiaborto?

R: Me parece muy fuerte… Es jugar con un chantaje emocional muy grande cuando habrá mujeres que ya de por sí estén en una situación difícil a la hora de decidir algo tan delicado y personal. Se nos tendría que dejar ya de una vez elegir lo que quiere hacer con su cuerpo. Nadie debería decidir sobre algo así y menos con medidas que, en fin, parecen de otro siglo.

P: Relacionado con el embarazo, me he acordado de una cuestión mucho más amable, y es que tú compusiste uno de tus discos estando embarazada. Me gustaría que contaras tu experiencia, porque seguro que sirve también a las lectoras que estén en una situación parecida, especialmente en un momento en el que se habla mucho de conciliación, pero no siempre se fomenta.

R: Es algo que depende también mucho de cómo se sienta la mujer en el embarazo. El mío fue muy normal, pero hay otros que se pueden complicar y requieren reposo, evidentemente. No debería ser así, pero todavía hay empresas que te preguntan si quieres tener hijos o si estás embarazada.

Para mí fue un proceso mágico, pero cuando ya tuve a mi hijo tuve que cambiar algunas cosas a la hora de enfrentarme a mi vida laboral. Pese a ello, yo tengo suerte porque vivo en un pueblo, lo cual supongo que me facilita tener los lazos familiares muy cerca. Tengo a los abuelos al pie del cañón cuando lo necesito y sé que cuando tengo que trabajar mi hijo se puede quedar con ellos, pero sé que hay gente que no tiene la posibilidad.

Yo muchas veces me he preguntado qué haría si no tuviera ese apoyo, más en un oficio que es normalmente de tarde o de noche y que requiere mucho volumen de conciertos… Sé que tiramos mucho de los abuelos, pero si no hubiera sido por ellos habría tenido que poner freno.

P: Otra de tus temáticas recurrentes es la puesta en valor de la mujer rural. ¿Aparece también en este disco? ¿Puedes adelantarnos por dónde va a ir el resto del álbum?

R: El disco tiene, por un lado, una temática social; pero también íntima, en la que expongo cosas que tenía guardadas canciones que me han ayudado a sacar sentimientos que estaban encerrados. Siempre lo digo, en este caso los temas hablan de mi experiencia, pero yo vivo en un pueblo. Lo que no voy a hacer es hablar de Madrid, porque eso sería mentir.

 En este sentido, me refiero también de la mujer rural, aunque no sea directamente. De hecho, algunas de las mujeres que vivan en este entorno seguro que se ven reflejadas en algunos versos de este trabajo.  

Vox juega en Castilla y León con un chantaje emocional muy grande y medidas que parecen de otro siglo

P: Por último, ¿qué planes tienes? ¿Se les abre en ellos la puerta a Insolenzia, en un hipotético reencuentro?

R: Respecto de Insolenzia, es un proyecto que quedó cerrado. Y en cuanto a planes, se están cerrando fechas para comenzar a girar en marzo con mucha ilusión y deseando mostrar las nuevas canciones.