Ayer miércoles el cantante Andrés Calamaro estuvo en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, dando un concierto en el que, aunque las canciones gustaron a todos, sus comentarios no tanto. El argentino, tras darse cuenta de que su público no estaba de acuerdo con algunas de las cosas que decía, quiso aclarar que “el rock and roll no es complaciente, el rock gusta, pero ofende”.

Y es que el cantante nunca pasa desapercibido, y en la noche de ayer no iba a ser diferente. Después de recitar un poema dedicado a la ciudad en la que estaba actuando, y de recalcar que amaba Barcelona y amaba España, se percató que a muchos de los asistentes no les agradó que dijera el nombre del país, algunos aplaudieron y otros tantos silbaron.

Yo no estoy aquí para decir lo que la gente quiere oír, eso es demasiado fácil, para eso está Viggo Mortensen con su discurso antifascita facilón”, le aclaró al público.

Estas palabras vinieron a raíz del comentario que el actor estadounidense envió al diario El País, en el que aclaraba que no podía soportar que un “partido xenófobo de ultraderecha como Vox” utilizara una imagen suya interpretando a Aragorn en El Señor de los Anillos, como campaña política en las redes sociales.

A partir de ahí, el concierto tuvo como protagonista al actor, ya que Calamaro no paró de lanzarle críticas a Mortensen, hasta llegar al punto en que los asistentes tuvieron que pedir que siguiera cantando y parara de hablar.

Tras esto, ha querido aclarar sus comentarios: “No se lo tomen mal, soy argentino y el humor argentino es así, irónico, nunca hablamos en serio, ni mi madre sabe cuándo hablo en serio y cuándo en broma”.

Pero no es la primera vez que Calamaro sale en defensa del partido de Santiago Abascal. El pasado mes de abril, el argentino publicada en sus redes sociales un mensaje en el que dejaba ver su apoyo a la ultraderecha de cara a las elecciones generales que se celebraron el pasado 28 de abril, en el que decía que prefería “el vértigo de los patriotas y reaccionarios, a su manera me representan más que los moderados. Ya perdimos mucho, más perdimos en Argentina que en España. Como me importa el bien común, además de mi bien común que todavía tiene algo que perder, me abstengo de apoyar a los candidatos presentados en la televisión”.