Los futbolistas y la política. Dos asuntos que no casan en España. Apenas hay jugadores en España que se mojen en los asuntos de actualidad del país, como ocurre en otras naciones y en otros deportes. Muchos se han preguntado por qué esta falta de activismo que sí se da en la NBA, por ejemplo. Borja Iglesias, en su paso por Salvados, reflexiona sobre este tema y arroja algo de luz a la cuestión: “Igual el club es apolítico y no quiere meterse”.

En el mismo episodio en el que Javier Tebas, presidente de LaLiga, mostraba con orgullo su desconocimiento y desprecio al fútbol femenino, Borja Iglesias, delantero del Real Betis, analizaba los pocos casos de futbolistas que se pronuncian tanto en temas sociales como políticos.

El ariete del Betis cree que no se mojan porque estos temas provocan que se les cuelgue un sambenito de la que rehúyen porque “difícilmente te la puedes”. “No sólo se te coloca a ti la etiqueta, sino también a tu club, que igual es apolítico y no quiere meterse”, deslizaba el futbolista ante las preguntas de Gonzo.

Si te están diciendo que en lugar de pagar el 50 por ciento de tus impuestos vas a pagar el 30 por ciento, pues dices que está bien

Por este motivo y para evitar que una presupuesta rivalidad política trascienda la deportiva, los jugadores regatean al activismo, aunque cada uno de ellos tenga su propia ideología.

Durante la entrevista, Gonzo le pregunta si los futbolistas tienen una ideología más cercana a la izquierda o a la derecha y la respuesta de Iglesias no dejó indiferente a nadie. Desde su experiencia, el delantero español cree que el jugador medio tiende hacia una derecha no muy extrema porque valoran el aspecto económico.

“Si te están diciendo que en lugar de pagar el 50 por ciento de tus impuestos vas a pagar el 30 por ciento, pues dices que está bien”, ha deslizado el bético quien, no obstante, asegura que su ideología no responde al hecho de que gane más o menos dinero como futbolista. Iglesias prefiere ganar menos siempre y cuando sea para ayudar a su país.

Para mí, por ejemplo, no vale eso”, admite Iglesias, quien prefiere pagar más y vivir en un país en el que le guste lo que se hace a nivel público.