Este viernes se ha visto humo blanco en la Puerta del Sol de Madrid, en la Real Casa de Correos, donde en esos momentos se encontraba la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Los bomberos que se han desplazado hasta la zona explican que no se debe a un problema con las calderas y que lo que parecía, podía ser un incendio, ya está extinto.
De hecho, han explicado a los periodistas que estaban en la zona que ni siquiera se trata de un incendio, sino a una condensación de vapor provocado por un fallo en las calderas que se encuentran en esa planta, en la que está ubicado el despacho personal e institucional de la presidenta. Afortunadamente, no ha sido nada grave y se ha solventado con rápidez y eficacia, aunque el hecho es una metáfora visual perfecta de lo que sucede ahora mismo en las filas del PP donde, en las últimas horas se ha producido un duro intercambio de reproches entre la líder regional, Isabel Díaz Ayuso y la dirección general de los populares.
Esta segunda niega que se haya producido espionaje hacia la presidenta ni hacia nadie de su entorno, mientras que la primera acusa a Pablo Casado de estar emprendiendo una guerra sucia contra ella. En lo que respecta a los contratos a dedo que, presuntamente, adjudicó en la primera ola de la pandemia y de los que su hermano habría obtenido comisiones, la máxima responsable de la CAM se ha pronunciado esta mañana. Ha reconocido en la cadena Cope la existencia de estas, pero asegura que "no son irregulares".
Así las cosas, la guerra civil dentro del PP está en estos momentos más viva que nunca y solo cabe esperar por saber si hubo irregularidades por parte de la presidenta o alguien de su entorno, si se ha producido el espionaje y un largo etcétera de cuestiones que mantienen completamente patas arriba el tablero polítco.