Un bazar chino de Puertollano ha cerrado sus puertas por la cuarentena voluntaria que sus propietarios están llevando a cabo desde el pasado 2 de febrero, cuando regresaron a España de un viaje a su país. La decisión de este local se suma a la de otros similares en diferentes sitios, como en Madrid. En el barrio de Usera, que concentra una gran cantidad de ciudadanos del gigante asiático optaron por echar el cierre, a pesar de la celebración del Año Nuevo Chino, el 25 de enero.

Este establecimiento se suma a las medidas preventivas que muchos locales de ciudadanos chinos están realizando por precaución. En una nota pegada en su puerta se explica que “debido a la situación actual del coronavirus” permanecerán aislados durante 14 días, por lo que esperan poder abrir de nuevo el día 17 de febrero, lo cual no significa que padezcan esta enfermedad sino que, en la mayoría de los casos y según ha manifestado un representante de la comunidad china en España, “lo están haciendo por responsabilidad”.

El ministro pide no estigmatizar

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha hecho “un llamamiento contra cualquier estigma o discriminación” hacia la comunidad china o asiática y ha recordado que España “es un ejemplo de integración”.

“Ser chino o tener rasgos asiáticos no convierte a estos ciudadanos en sospechosos de coronavirus”, ha señalado el ministro, que ha subrayado que "los riesgos están asociados a la exposición al virus, no están asociados a características personales”.

La epidemia de la desinformación

Jóvenes empresarios, abogados, artistas, entre otros trabajadores profesionales chinos que residen en España, han lanzado una campaña contra la discriminación a la comunidad asiática tras el impacto del coronavirus en la sociedad. Con el lema "No soy un virus", estas personas buscan concienciar contra lo que llaman "una epidemia de desinformación".