El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha desestimado en unas horas algunas de las medidas que anunció en rueda de prensa el pasado martes, 28 de julio. El vicepresidente de la región, Ignacio Aguado insinuó ayer que la cartilla Covid propuesta por Isabel Díaz Ayuso podría no salir adelante porque se trata de un "proyecto piloto".

Tras el rechazo de la cartilla por parte de la OMS, Ministerio de Sanidad y otras organizaciones, el Ejecutivo regional ha cambiado su intención de crear dicha herramienta y en menos de dos días, la iniciativa pensada para lanzarse en septiembre parece haber quedado en nada.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, manifestó también sus dudas sobre la viabilidad de la cartilla Covid al entender que no se sustenta en criterios científicos y ha deslizado que, "desde el punto de vista social", se fomentará que haya "ciudadanos de primero y de segunda".

Pero no es la única medida que ha cambiado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. En su intención de controlar los aforos de las discotecas y posibles brotes que se puedan generar en estos lugares de ocio, desde la Comunidad de Madrid se anunció el registro con DNI y teléfono de cada persona que quisiera entrar en los recintos privados.

Después de ver críticas a dicha propuesta por tener que dar datos personales a empresas, el Gobierno regional ha decidido anular la medida y, finalmente, no se registrará el número DNI de cada persona que acceda a un lugar de ocio.

"Los establecimientos a los que se refiere el presente apartado deberán llevar un registro de las personas que accedan a los mismos en el que se recoja la fecha y hora, nombre y apellidos y un número de teléfono de cada persona que accede al local para facilitar su localización", ha señalado el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) de este miércoles.

Habrá que ver en los próximos días si el resto de medidas seguirán intactas. La promesa por parte de Isabel Díaz Ayuso de contratar casi 180 rastreadores del coronavirus más en la Comunidad de Madrid de momento no es algo real, pero lo que sí parece es que a pesar del nuevo refuerzo todavía está muy por debajo de lo que necesitaría. Se estima que lo ideal sería que hubiera en torno a unos 1.200 rastreadores en la región. 

Otro de los problemas será la limitación de las reuniones en terrazas y locales de ocio de un máximo de 10 personas. Durante el estado de alarma y tras permitir la apertura de comercios, algunos bares y restaurantes permitían reuniones en terrazas sin un control exhaustivo del aforo, algo que podría repetirse en esta segunda ocasión.