El verano se adelanta en buena parte del territorio español. Este fin de semana, una dorsal anticiclónica situada sobre la Península provocará un notable ascenso de las temperaturas, especialmente en el sur y el centro del país, donde se esperan registros más propios de junio que de mediados de mayo.

Ciudades como Sevilla y Córdoba serán las más afectadas por esta subida térmica, alcanzando máximas cercanas a los 33 ºC, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). También se prevé que en Toledo, Granada, Ciudad Real y Badajoz se superen ampliamente los 28 ºC, rozando incluso los 30 ºC en algunas franjas horarias del día.

Este aumento de temperaturas vendrá acompañado de una mayor estabilidad atmosférica. Tras varios días marcados por chubascos tormentosos y tiempo inestable en buena parte de la Península, a partir del viernes se prevé un cambio significativo del panorama meteorológico. Con la entrada de esta dorsal cálida, se impondrán los cielos despejados y una atmósfera más estable, especialmente en el sur.

El sábado continuará esta tendencia: el sol dominará en gran parte del país y las temperaturas seguirán al alza. En muchas zonas se alcanzarán valores por encima de los habituales para esta época del año. No obstante, el norte peninsular seguirá al margen de este calor inusual. Allí, el mercurio se mantendrá en valores más suaves, e incluso podrían registrarse algunas lluvias débiles o chubascos dispersos, sobre todo en áreas montañosas.

Verano anticipado

El domingo, el calor persistirá y se intensificará en la mitad sur. Las capitales andaluzas como Sevilla y Córdoba repetirán máximas en torno a los 33 ºC, consolidándose como los puntos más cálidos del país durante el fin de semana. Otras ciudades del interior, como Toledo y Granada, también se verán afectadas por este episodio de calor anticipado.

En contraste, el norte de España experimentará un ligero descenso de las temperaturas, aunque sin llegar a valores fríos. Allí, el ambiente será más templado y agradable, en fuerte contraste con las elevadas temperaturas del sur. Este fenómeno responde a la presencia de una dorsal anticiclónica que estabiliza la atmósfera y favorece la llegada de aire cálido desde latitudes más bajas. Aunque no se trata aún de una ola de calor, el episodio sí marca un punto de inflexión hacia condiciones más veraniegas de lo habitual en esta parte del año.

Desde la AEMET advierten de que este tipo de situaciones pueden volverse más frecuentes debido al cambio climático, que está alterando los patrones meteorológicos tradicionales. Las temperaturas fuera de lo normal en primavera podrían convertirse en tendencia, acortando los periodos de climatología suave y extendiendo el verano meteorológico. Con estas previsiones sobre la mesa, todo apunta a que el fin de semana se vivirá como un anticipo del verano, especialmente en el sur peninsular, donde las altas temperaturas y el cielo despejado protagonizarán la escena.

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