El 8 de marzo en España, el Día de la Mujer, ha estado marcado por la pandemia, las restricciones sanitarias y algunas actitudes antifeministas. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante la celebración de un acto institucional advertía de la "amenaza" que supone la ultraderecha para el feminismo. 

En Madrid, a pesar de la prohibición del Gobierno de realizar manifestaciones ha habido algunas pequeñas concentraciones en el Paseo de las Delicias, Lavapiés o Callao. Barcelona ha sido la ciudad con la marcha más multitudinaria, unas 4.500 personas, según ha señalado la Guardia Urbana de la ciudad. Esta habría ocupado el paseo de Gràcia bajo el lema: “Juntas, diversas y rebeldes somos imparables”.

Las capitales andaluzas, Bilbao, Vitoria, Las Palmas, León, Segovia y Asturias, entre otras, también han sido testigos de marchas y concentraciones feministas, que se han realizado de forma moderada. Las manifestaciones que se han realizado, han estado condicionadas por la distancia de seguridad y las mascarillas. En cuanto a las actitudes antifeministas, ha llamado la atención la irrupción en la Puerta del Sol, de ciertos grupos de ultraderecha durante la manifestación del sindicato de estudiantes por el 8M con agresiones y cánticos franquistas.

El famoso mural feminista del distrito de Ciudad Lineal apareció destrozado la mañana del 8M, los vecinos intentaron arreglarlo con imágenes impresas y más de 200 personas se reunieron enfrente para mostrar su indignación. Destacó también, el día 7, la aglomeración de la afición del Atlético de Madrid en los exteriores del Wanda antes del derbi y en redes se desató la indignación por la imprudencia e injusticia con respecto a la prohibición de marchas del 8M.

El Parlamento Europeo celebró el Día de la Mujer en un acto que reunió a la presidenta de la Comisión Europea, la vicepresidenta de EEUU y la primera ministra neozelandesa para alertar de que el mundo aún no es un lugar justos para las mujeres.