El 27 de enero se conmemora un día que marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial, así como un hecho histórico que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad: el Día Internacional de la Memoria de las víctimas del Holocausto nazi.

Este día, hace 78 años atrás, las tropas del Ejército Rojo de la Unión Soviética liberaron el campo de concentración y exterminio nazi Auschwitz-Birkenaua un total de 2.819 supervivientes. A partir de 2005, y por iniciativa de la Organización de Naciones Unidas (ONU) escogió esta fecha en memoria de las víctimas y para luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda clase de intolerancia.

Cabe destacar que la población judía no fue la única masacrada en los campos de concentración, ya que el régimen nazi también señaló a otros colectivos por sus motivos religiosos, creencias ideológicas y orientación sexual, entrando dentro de estos espectros, la etnia gitana, las personas homosexuales o personas discapacitadas. Se calcula que entre un millón y 1,5 millones de personas fallecieron en Auschwitz, el 90% de ellos eran judíos.

En este sentido, hasta 4.440 republicanos españoles fallecieron en varios centros de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, según recoge un informe del Ministerio de los Excombatientes y de Víctimas de la Guerra de Francia que se reportaron las autoridades españolas.

Alemania conmemora a las víctimas del régimen nazi

Este viernes toda Alemania recuerda a los fallecidos por el régimen totalitario de Adold Hitler en el siglo XX. En un acto que se ha celebrado en el Parlamento y que este año se ha centrado en los que fueron perseguidos por su orientación sexual, participará una de las supervivientes del Holocausto, Rozette Kats.

Desde 1996, esta fecha se conmemora en Alemania como Día de la Memoria del Holocausto, con la colocación de coronas de flores en muchos lugares del país.

Asimismo, y desde la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco ha llamado a “no olvidar ni negar” el asesinato de millones de personas en el Holocausto nazi: "El exterminio de millones de personas hebreas y de otras religiones no puede ser ni olvidado ni negado. No puede haber fraternidad sin arrancar primero las raíces de odio y de violencia que han alimentado el horror del Holocausto", ha sostenido el máximo representante de la Iglesia católica.