Una gran figura del periodismo, parcialmente olvidada, ha sido reivindicada y potenciada muy acertadamente durante este año que vamos a mandar a los infiernos de la cronología en cuatro días. Se trata del periodista sevillano Manuel Chaves Nogales presente con su prosa, afinados análisis y objetividad suprema en la primera mitad del siglo XX. Digo que parcialmente olvidado porque para periodistas, historiadores, investigadores y estudiosos, incluso en sus años de olvido, siempre estuvo presente ¿Quién no ha leído “A sangre y fuego. Héroes, Bestias y Mártires de España”? ¿Quién, interesado en el periodismo, no ha seguido los estudios e investigaciones de la profesora María Isabel Cintas, una de las personas que más conoce su obra? El año perverso del Covid ha traído pocas cosas buenas dentro de esta tundra de tristezas y desdichas. Una de ellas, sin duda, la publicación de la “Obra completa” de este periodista y testigo de nuestra más reciente historia de república, guerra y comienzo de la posguerra desde su exilio londinense.
¿Quién fue Chaves Nogales, periodista?
Precisamente cojo prestada una respuesta de la profesora Cintas a la pregunta de quién era Chaves Nogales: “¿Quién fue Chaves Nogales, periodista?”: “Para quien nunca se haya acercado a Manuel Chaves Nogales valga esta aproximación. Nació en Sevilla en 1897. Vivió en esta ciudad hasta los años veinte, cuando se trasladó a Madrid para ejercer el periodismo. Trabajó en Heraldo de Madrid, Ahora y Estampa. Cuando empezó la Guerra Civil, marchó al exilio a Francia e Inglaterra, donde trabajó en interesantes periódicos, y murió en Londres muy joven, en 1944. Atravesó acontecimientos políticos sobre los que informó: consecuencias de la Revolución rusa, Dictadura de Primo de Rivera, Guerra Civil, Segunda República, Segunda Guerra mundial. Sus trabajos se publicaron en periódicos de todo el mundo, de Argentina a Canadá, de Londres a Nueva Zelanda”.

Nacido en la capital hispalense en el año 1897, el joven Manuel se familiarizó pronto con los medios escritos. Su adolescencia la pasó rodeado de periódicos y redacciones en compañía de su padre, el periodista Manuel Chaves Rey. Con él acudía a las sedes de los rotativos sevillanos donde su progenitor trabaja.
Premio Mariano de Cavia
Tras haber vivido y narrado importantes acontecimientos sevillanos, parte de la capital de Andalucía a la capital del Reino. Allí, en Madrid y en plena Dictadura de Primo de Rivera, el joven Manuel escribe para distintos periódicos, a destacar Estampa, el Heraldo de Madrid y Ahora. Pronto se le reconoce su valía profesional y es distinguido con el premio Mariano de Cavia en 1927.
Pero donde realmente se siente bien el joven sevillano es acudiendo a donde estaba la noticia, vivirla y narrarla. Por ello fue testigo directo de los momentos más importantes de la época desde la ocupación de Ifni, la revolución de Asturias, brotes anarquistas, visitas institucionales del Presidente de la II República y de los ministros, fiestas. Todo esto además le granjeó la amistad de Manuel Azaña con un grado de confianza, y posiblemente de simpatía hacia sus ideas, notable. Todo ese recorrido lo hizo impregnado de absoluta imparcialidad, lo que según Muñoz Molina lo hace vigente y moderno ya que “jamás se nos contó la guerra civil sin cegueras ni fanatismos como él lo hizo".
España no era el ámbito geográfico de sus reportajes sino que, llevado de ese afán viajero y de estar en primera línea de la trinchera informativa, estuvo y escribió sobe Francia, Alemania, Italia o Rusia.
Las dos grandes historias que contar y etapas convulsas internacionales de la primera mitad del siglo XX fueron atestiguadas por Chaves Nogales. Narraciones bellísimas, descriptivas y muy reales sobre la revolución rusa y su devenir así como del nacimiento del nazismo y el fascismo en Europa. Sin duda, los textos de Manuel advirtieron claramente del auge de los fascismos alemán e italiano. Ambas convulsiones históricas, los fascismos y el régimen soviético, fueron para Chaves las dos caras de la misma moneda: tendencias antidemocráticas de distinto color pero negativas por albergar en su seno el totalitarismo. De esta manera de los años 20 a los 30, Chaves Nogales tiene una incesante actividad periodística en clave de reportajes, crónicas y columnas publicadas en el justo momento en que se desarrollaban.

Tras entrevistar al propio Goebbels, en la lista negra de la Gestapo
Chaves Nogales no renunció a ningún género y en todos se movía con singular destreza desde el relato al artículos o la crónica pasando por el reportajes, la columna y las críticas. Entrevistó a monarcas y emperadores, jefes de Gobierno y de Estado, ministros de la República, personajes de la cultura, artistas, toreros, exiliados o terroristas. Desde Alfonso XIII hasta el último emperador de Etiopía, Haile Selassie. Por sus textos pasaron Humberto de Saboya, Churchill, el arzobispo de Canterbury y el jefe de la Iglesia rusa. El mundo de la farándula o el torero no le fue ajeno. Ahí quedan para el gozo de lectura sus piezas con Juan Belmonte, Chevalier o Charles Chaplin, entre muchos otros. Es de reseñar que tras lograr entrevistar al propio Goebbels, le llamó “ridículo e impresentable”. De él dijo que si necesitase matar a su padre, no dudaría. Ello le valió un merecido lugar de honor en las listas negras de la Gestapo, posiblemente tras la entrevista que hizo al ministro de propaganda nazi.
Condenado por Franco
Sus textos le granjeraron peligrosas enemistades de un lado y de otro. Tras el golpe de estado franquista, se vio obligado a salir de España por haber defendido, desde posiciones moderadas, el régimen republicano. No en balde, una semana después de su fallecimiento en exilio londinense, el Tribunal de la Represión de la Masonería y el Comunismo del gobierno de Franco le condenó a una increíble pena post mortem de doce años de cárcel y a la inhabilitación permanente. La definición sobre su talante la aportó el mismo: “Yo era eso que los sociólogos llaman un pequeño burgués liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria”.
Exilio en Francia y Londres
Antes de su fallecimiento en Londres, vivió el exilio francés donde tuvo una frenética labor periodística siendo el artífice del resurgimiento de la agencia de noticias Havas, en periodo de adaptación y gran transformación en ese momento. Trabajó también en el Ministerio del Interior francés y escribió entre otros periódicos en L´Europe Nouvelle, Candide, France Soir así como en rotativos latinoamericanos y en emisoras de radio para España, América Latina. Así mismo participó con la BBC en el exilio en Londres (se marchó de Francia ante la amenaza nazi) donde falleció en 1944 en el mejor momento de la vida de un reportero, tal vez el mejor de la primera mitad del siglo XX.
Publicada su Obra Completa
2020, el año del Covid, el peor año de nuestras vidas pero también el año en el que, por fin, se ha publicado la Obra Completa de Manuel Chaves Nogales. Una edición de cinco volúmenes que reúne por primera vez todos los textos literarios, periodísticos y libros firmados por Chaves de los que se tiene noticia hasta la fecha. Impulsada por la Diputación de Sevilla y coeditada con la editorial Libros del Asteroide con la colaboración de la Universidad de Sevilla. Más de 3.500 páginas de un exigente, exhaustivo y complejo trabajo de edición literaria, a cargo del editor y crítico literario sevillano, Ignacio Garmendia prologados de Antonio Muñoz Molina y Andrés Trapiello.