Sbase, la empresa de Subterráneos de Buenos Aires, ha amenazado con demandar a Metro de Madrid si finalmente se confirma que los modelos CAF 6000 que la compañía argentina compró a la Comunidad de Madrid contienen amianto. El pasado martes se convocaron movilizaciones en la capital de Argentina como protesta por la presencia de asbesto (variedad del amianto) en los trenes de la línea B del subte que compraron al Metro de Madrid y el país ha puesto el grito en el cielo en lo que ya califican como estafa.

En el año 2011 Buenos Aires compró a Madrid trenes intoxicados con amianto, una sustancia prohibida en España desde 2001 y en Argentina desde 2003 por su elevado nivel de toxicidad. La Inspección de Trabajo ya ha multado a Metro de Madrid por no garantizar la seguridad de sus trabajadores, expuestos a este material, y la Fiscalía ha abierto una investigación. Argentina ya ha retirado algunos trenes por contener amianto. ¿El problema? Que se sospecha que no solo el modelo CAF 5000 puede estar intoxicado, sino también el CAF 6000. Estos modelos son los que prestan el servicio de la línea B del subte de Buenos Aires, la más concurrida de la ciudad con 340.000 usuarios al día, lo que podría provocar un colapso en el sistema de transportes.

Según comunicó Sbase, “inmediatamente después de conocerse la presunta presencia de asbesto en los CAF 5000” se retiraron de la circulación “tres formaciones que corrían por la línea”, lo que ha provocado que el servicio fuera restringido durante unas horas y que no se preste con normalidad. Los trenes ya circulan y cumplen los horarios, pero los medios de comunicación locales hablan de posible crisis de transporte porteño si se encontrara amianto en los modelos CAF 6000.

La empresa de transporte argentina ha anunciado la creación de una comisión conjunta que “evaluará la totalidad de la flota CAF 6000 de la Línea B para reconfirmar que no hay presencia de asbesto en la red”. No obstante, “de confirmarse el hallazgo de asbesto en los CAF 5000 –sacados de circulación de forma preventiva- iniciará acciones legales contra el Metro de Madrid por vender coches con este material, prohibido en ambos países al momento de la transacción”. La delegación, formada por Trabajadores del gremio, la Agencia de Protección Ambiental (APA), la subsecretaría de Trabajo y el Ministerio de Salud, ya ha comenzado los trabajos.

Entretanto, el temor se ha adueñado de parte de los usuarios. Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretariado Ejecutivo de la Asociación Gremial de los Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP), ha declarado que “en Madrid ya hay tres trabajadores enfermos por el asbesto. Si se comprueba que la serie 6000 también lo tiene, va a salir de circulación y la línea B no podrá prestar servicio. Y aunque sigan esos coches, estamos al borde de una crisis. Los CAF 5000 eran chatarra y los 6000 ya no se usaban en España. Los compraron con un negociado que incluyó la construcción de una catenaria en la línea para darles alimentación eléctrica. Pero no se fabrican más repuestos para esos coches y, para obtenerlos, van desguazando otras formaciones. Cuando las terminen de desarmar, ya no habrá repuestos".

Delegaciones sindicales de Buenos Aires convocaron una huelga de tres horas y media para denunciar la compra a Metro de Madrid. "Exigimos a la empresa dueña del subterráneo, al Gobierno de la Ciudad (de Buenos Aires) y a la Secretaría de Trabajo que tiene que garantizar que no esté contaminado el ambiente. Exigimos unas inspecciones, que se mande a los trabajadores a hacer exámenes de asbestosis", dijo el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), Roberto Pionelli.

Pionelli solicitó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires una respuesta sobre si en el momento de la adquisición de los 24 vagones, de serie CAF 5000, era consciente de que contenían amianto o si, por otra parte, no fueron informados desde España: "Fue una compra muy escandalosa ya en su momento, producto de que eran chatarra en Madrid y acá se pagaron medio millón de dólares y hoy esos trenes se están vendiendo a 5.000 dólares".

Y es que, los porteños siempre se han mostrado reticentes con los trenes de Metro de Madrid. Según el diario Clarín, los porteños prefieren los trenes japoneses porque a pesar de que no tienen aire acondicionado y son más antiguos, al menos tienen más espacio, más sitios donde sentarse, barras donde sostenerse y, por supuesto, no tienen asbesto.