Que el aire que respiramos es clave en el desarrollo de muchas patologías es algo que hemos escuchado en reiteradas ocasiones. Sin embargo, menos se ha hablado del aire que exhalamos. Y éste es una compleja fuente de información.

Investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) trabajan en una técnica de análisis del aire exhalado dirigida a mejorar el cribado del cáncer de pulmón.

Tal y como explica a ELPLURAL.COM el director del estudio, Antonio Rodríguez Ariza, “a día de hoy no podemos hablar de que se pueda diagnosticar un cáncer de este modo”, pero lo que sí se puede afirmar es que ese aire que expulsamos “es una fuente de marcadores”, cuya interpretación permitirá en el futuro hacer ese diagnóstico.

“La obtención de condensado de aire exhalado (EBC) permite estudiar patologías pulmonares” por lo que “nuestra investigación continúa, con el fin de obtener estadísticas más potentes”, recalca el autor del estudio que obtuvo uno de los premios del IMIBIC a la Innovación Biomédica 2016.  

Analizando las proteínas

La investigación, que se está llevando a cabo en colaboración con varios servicios clínicos, entre ellos la Unidad de Gestión Clínica de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía, está basada en el análisis de todas las proteínas presentes en el aire que se exhala, y pretende determinar si éstas constituyen “biomarcadores efectivos en estrategias de cribado del cáncer de pulmón”.

En estadíos tempranos y poco invasiva

Las ventajas de esta técnica de cribado son claras e incuestionables. Por un lado, “permitirían detectar el cáncer de pulmón en estadíos mucho más tempranos”. “Uno de los principales problemas de esta enfermedad”, subraya Rodríguez, “es que, por lo general, se diagnostica en fases muy avanzadas, lo que implica una baja tasa de superviviencia”. En este sentido, este método está pensado para realizar “un screening de la población con riesgo de sufrir esta patología”, es decir, en población sana.

La nueva técnica serviría como complemento a las de imagen que se están utilizando en la actualidad, pero a diferencia de éstas, “es muy poco invasiva, no somete al paciente a ningún tipo de radiación y presenta también la ventaja añadida de que se podría repetir”.

Aplicable a otras patologías:

A todo esto, hay que añadir, que la prueba que está desarrollando el equipo del IMIBIC, no tiene por qué ceñirse al diagnóstico del cáncer de pulmón. “Hay muchas otras enfermedades a las que se podría aplicar”, comenta el director del equipo, tales como “el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica”, más conocida por sus siglas, EPOC.

De gran alcance

De lograrse su completo desarrollo, el volumen de población al que podría aplicarse este método de cribado es realmente importante, puesto que sólo habría que “realizar un análisis bioquímico, a través del cual detectar la presencia y los niveles de una o varias biomoléculas”. Sería una prueba, por tanto, poco costosa, “si la comparamos con las pruebas de imagen”, lo que haría factible su aplicación a tramos importantes de población en riesgo.