He recordado esta anécdota cuando he leído esta mañana las diversas interpretaciones que sobre los resultados de las elecciones andaluzas realizan los editoriales de los medios de comunicación digital de la derechona afín al Partido Popular. Bueno, he dicho “diversas” cuando en realidad tenía que haber escrito “única” interpretación, aunque expresada con distintas palabras en cada uno de aquellos medios. Pareciera que responden a unas mismas consignas lanzadas desde algún ámbito de poder al que todos deben obediencia y pleitesía.

Los argumentos comunes -expresados de una u otra manera en La Razón, Libertad Digital o La Gaceta- que explicarían el resultado desfavorable para el PP al no conseguir la tan ansiada mayoría absoluta y, consiguientemente, el Gobierno andaluz son -por ejemplo- el miedo inoculado a los electores por las formaciones de la izquierda sobre las consecuencias del valiente camino emprendido por Rajoy con sus acertadas y necesarias reformas, el error en la comunicación del Gobierno nacional al no disponer todavía del control absoluto de RTVE o, directamente y a las claras, la “indolencia de los andaluces” que han preferido seguir con la “inmundicia delincuente producida por el régimen caciquil del PSOE” que en “los 34 años de gobierno sectario y asfixiante” han creado una “dictadura perfecta” en la “que las únicas leyes que se aplican son el saqueo y el enchufismo” (las últimas frases entrecomilladas pertenecen al editorial de Libertad Digital titulado “Andalucía atasca el cambio”).

No obstante, el argumento que me ha traído a la memoria la anécdota de Marcelino y Nicolás es el de que la victoria de Arenas representa la aprobación mayoritaria de los andaluces a las políticas del Gobierno central. El medio que lo expresa con mayor nitidez y que por ello reproduzco literalmente es La Razón que en su editorial “Victoria insuficiente” escribe: “La victoria de Javier Arenas pone de manifiesto que una amplia mayoría de andaluces respalda el ambicioso programa de cambios que el PP ha puesto en marcha desde La Moncloa”.

Me figuro que el editorialista de La Razón a pesar de que seguramente será de letras no desconocerá el abecedario de las matemáticas -“las cuatro reglas”, como se decía antaño- y podrá comprender con meridiana claridad el sencillo cálculo y la comparación numérica que se va a establecer. Los electores andaluces han optado por votar al PP en un 40,66%, al PSOE en un 39,52% y a IU en un 11,34%. Pues bien, si se suman los porcentajes de votos que se han inclinado por los socialistas y por los “comunistas” -como les gusta llamar la derechona a IU- se obtiene el resultado de 50,86%. Y, ahora, un poco de atención que ya se termina el matemático argumento: un 50,86% de votos de izquierdas, que no respaldan las políticas de Rajoy, es superior en un 10,2% al 40,66% de votos de derechas, que se suponen respaldan aquellas políticas. Si el editorialista de este diario tuviese alguna dificultad en la realización de estas operaciones le aconsejo una calculadora -yo mismo la he utilizado- que para estos efectos le vale una de los “chinos” por el módico precio de tres euros.

Como colofón a todo lo expuesto y porque la evidencia matemática no admite argumento en contra me permito parodiar a Nicolás Redondo y decir alto y claro: Mientes, La Razón, y lo sabes.

¡Ah! Y un cariñoso saludo a Marcelino, donde quiera que estés, porque en Andalucía recordando tu lema: “¡Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar!”.

Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas