La Razón asegura en portada, con el titular “Guerra fraticida en el PSOE”, que “los socialistas achacan a Zapatero el peor resultado de la historia de la democracia en unas municipales” y que “varios ministros piden que se adelante las elecciones, mientras Chacón y Jiménez se enfrentan por la responsabilidad de la derrota”. Unas afirmaciones que se quedan en la letra grande, porque en las páginas interiores, nada de nada.

"Semana de pasión"
Además de un breve editorial que lleva por título “Semana de pasión para los socialistas”, merece la pena destacar el artículo de Alfonso Ussía: “Se tiene que ir”. “A Zapatero le han dado una patada en el culo de sus candidatos. Pero la patada-siempre en el sentido figurado-, se la han dado a él (…) Tiene un año para seguir hundiendo a España. Permanecer es legal, pero no legítimo”, escribe.

La ruptura
ABC sentencia en su editorial “El PSOE rompe con los ciudadanos” que “el problema ha dejado de ser Zapatero. El PSOE es el problema. Los socialistas han perdido el rumbo ante la opinión pública y sólo desean ganar tiempo para remendar sus rotos internos”.

Tertsch y su "legado siniestro"
En las páginas de opinión de ABC, Hermann Tertsch, con un titular más propio de una novela de terror que de un análisis político, “El legado siniestro”, escribe que “la principal virtud del resultado del 22 de mayo es que inocula esperanza en nuestra sociedad”. Una esperanza –precisa- que “necesitan millones de ciudadanos que llevan años asistiendo a esta pesadilla colectiva que es la segunda legislatura del eterno adolescente”.

“Un siniestro espectáculo –profundiza Tersch-que otros comenzamos a ver mucho antes, nada más proclamar su muy rara victoria el 14 de marzo del 2004. Pocos creían entonces que habrían de llevarnos a los umbrales de la ruina, a la angustia y la depresión, con su aventurerismo inane, su ineptitud, su resentimiento y su odio a la libertad (…) Generaciones van a recordar a Zapatero por su siniestro legado. El peor es sin duda el triunfo de ETA en el País Vasco. Es la historia de una infamia como no la merece nación alguna”.

Cuesta vuelve al 11-M
Pero Tertsch tiene un duro competidor. Junto a su columna, la de Tomás Cuesta: “De Irak a Bildu”, en la que el autor suscribe que “Zapatero llegó al poder a lomos de la historia”, el 11-M. “Fue la primera vez que un país democrático (...) se plegaba al chantaje de los carniceros y echaba mano sin rubor de la bandera blanca”, agrega Cuesta, que remacha: “Al cabo de siete años, con el teatro hundido, el público insurrecto y la claque en desbandada, el eterno farsante continúa empeñado, contra viento y marea, en prolongar la farsa. No ha despachado aún el último capítulo de esta historieta aciaga”.

Zapatero y "sus etarras a sueldo"
La Gaceta aporta las reflexiones de Carlos Dávila, quien afirma, para que no quede ninguna duda, que el hecho de que “Zapatero esté liquidado nos importa a todos, incluso a gran parte de su partido, una auténtica higa”. El director del diario de Intereconomía se niega, sin embargo, a que continúe “el fracasado” que ha dejado a España con “los etarras a sueldo”(…) Sepan todos algo manifiesto: 10 meses más en el Gobierno y Zapatero conseguirá que de España no quede piedra sobre piedra”.

Oda al difunto Zapatero
En El Mundo, Luis María Anson casi desbanca al resto desde el título mismo de su columna: “Zapatero destroza al PSOE y descuartiza a España”. Merece la pena dejarlo para cerrar con broche de oro este paseo por la derecha mediática: Zapatero -dice- “no quiere aceptar el certificado de defunción que han extendido las elecciones municipales y autonómicas. Pero es un cadáver político. Un cadáver político que está de cuerpo presente, velado por el lagrimeo de sus púberes canéforas, Trinidad, Elena, Leire, Bibiana y Maleni. Sic transit gloria mundi. Es un disparate que el cadáver del derrotado por la catástrofe socialista del domingo permanezca descomponiéndose en su madriguera monclovita. Hay que darle cuanto antes discreta sepultura”.