Cuando pensábamos que ya lo habíamos oído todo en cuanto a racismo, misoginia y homofobia en la campaña para las elecciones en Andalucía de este 2 de diciembre, llega Vox y, tristemente, sorprende.

El encargado ha sido Eugenio Moltó García, candidato por Málaga del partido de ultra derecha para la Junta de Andalucía. El lugar: un mitin en Trapiche, un núcleo rural agrícola, perteneciente a la localidad de Vélez-Málaga.

Este candidato del partido de Santiago Abascal no ha dudado en asegurar que existen tantas denuncias falsas de violencia de género que los hombres pueden correr peligro y pueden acabar en el calabozo casi por cualquier cosa.

“Problemas hay, tremendos, que están por resolver. Por eso nosotros proponemos cambiar la Ley de Violencia de Género por una ley de violencia doméstica. Que no sea culpable el hombre a priori”, ha dicho olvidando que la realidad habla de 53 mujeres asesinadas a manos de sus parejas y exparejas en lo que llevamos de 2018. A esta escalofriante cifra hay que sumarle los siete menores asesinados (2 niños y 5 niñas).

En cuanto a los hombres, a fecha de este jueves 29 de noviembre, han muerto dos.

Un discurso con relatos irreales

Lejos de quedarse sólo en obviar las cifras y manipularlas para su uso y objetivo: que se cambie la Ley de Violencia de Género, también se ha tomado la licencia de poner ejemplos irreales e indignantes.

Según ha explicado, cualquier mujer puede tener un accidente y luego acusar a su marido o a otros hombres de ser un maltratador. Para ejemplificarlo, usa a su esposa. “Ahora mismo mi mujer está en mi casa, yo estoy a 80 kilómetros, se pega un porrazo contra la pared, llama al 061 y esta noche duermo yo en la cárcel. Aunque tenga yo aquí a 300 personas de testigo. Es así”, asegura.

Y los presentes en este mitin, lejos de horrorizarse por lo que acababan de escuchar que, como mínimo denigra a las víctimas de violencia de género, se arrancan en un fuerte aplauso colectivo.

Como colofón añade: “Han quitado las denuncias falsas de las estadísticas ¿Por qué? Porque entonces no les sale rentable, porque viven de las subvenciones”.

25N Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. EP

“¡El que se va a la tumba es un preso musulmán!”

Pero en este mitin se dijeron más barbaridades. Se pidió que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan hacer un mayor uso de la violencia.

En este caso, el portador del discurso fue Javier Ortega, secretario general de la formación ultraconservadora que lidera Santiago Abascal. En su intervención, lanzó datos falsos como que en las cárceles andaluzas hay un único funcionario de prisiones, dotado de un bolígrafo y un ‘walkie talkie’ y que “tiene que hacer frente a 140 presos musulmanes”.

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“Queremos que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan hacer uso legítimo de sus armas”, indicó Ortega. Y puestos a suponer, el número dos de Vox afirmó acto seguido: “Si tenemos que decidir entre la vida de un Guardia Civil o un narcoterrorista, el que se va al fondo del mar es el narcoterrorista. Y si tenemos que decidir entre la vida de un funcionario de prisiones o la vida de un preso musulmán, el que se va a la tumba es el preso musulmán”.

El franquismo no fue una dictadura

Pero volvamos a Eugenio Moltó García, el candidato por Málaga del partido de ultra derecha para la Junta de Andalucía, que negó que el franquismo fuera una dictadura.

El número uno por Málaga del partido ultraderechista Vox y ex del PP, lo negó que en España se hubiera vivido una dictadura bajo Francisco Franco y lo hizo en una entrevista en Diario Sur.

En la misma, definió el feminismo como “una actitud agresiva de un grupo de señoras muy organizadas y muy subvencionadas”.