El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, le cantó las cuarenta al líder de Vox, Santiago Abascal, durante su discurso en el debate de la moción de censura que encabezó. “La moción de censura es un mecanismo constructivo y lo que se vota hoy es su usted está capacitado para ser presidente y si su partido tiene experiencia. La respuesta es más que evidente y ha quedado clara: no. Tras dos años en los que no he respondido a sus provocaciones por respeto a sus votantes, hasta aquí hemos llegado”. Así de contundente fue Casado. Abascal quedó noqueado y el varapalo fue tal que se esperaban amenazas y ultimátums que pusieran en jaque la gobernabilidad de las comunidades autónomas en las que gobiernan gracias a su apoyo (Comunidad de Madrid, Andalucía y Murcia).

Sin embargo, finalmente y pese a la dureza de Casado, Vox se ha tragado el sapo. Este miércoles el líder de los populares se anotó dos importantes tantos al conseguir que los suyos aprobaran las cuentas para el Ayuntamiento de Madrid y la Junta de Andalucía.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, escenificó junto al secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, su acuerdo para los Presupuestos en una firma en la que no quiso figurar la vicealcaldesa, Begoña Villacís.

PP y Ciudadanos han admitido 40 de las 43 enmiendas que Vox presentó al borrador de los Presupuestos, entre las que destaca la creación de un programa específico para atender a todas las víctimas de violencia, tanto hombres como mujeres, y la atención a todos los menores víctimas de violencia sexual, incluyendo niños y niñas, con su pretendida negación de la violencia de género. Además, se incluye el aumento de las subvenciones a grupos antiabortistas y la retirada de ayudas a asociaciones LGTBIQ.

Por su parte, Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, también rubricó  este miércoles los que serán sus terceros Presupuestos.

Moreno Bonilla fue el primer barón al que Vox le plantó un órdago de categoría tras el discurso de Casado contra Abascal en la moción de censura. La formación ultra presentó una enmienda a la totalidad que disparó las alarmas. Sin embargo, ambos equipos continuaron negociando y firmaron un preacuerdo.