Lo de Vox con sus alcaldables es digno de estudio. Los votantes del partido de Santiago Abascal, y los que no lo son, no salen de su asombro, ya que no dejan de protagonizar titulares por sus meteduras de pata o por ir en contra de su propio partido. Al candidato de Pozuelo de Calatrava, en Ciudad Real, José Antonio Cáceres, que renunció a votarse a él mismo se une ahora el candidato de Riba-Roja, José Luis Fernández Santamaría, que es nacido en Madrid y vive en Valencia, y parece ser que no sabe ni por qué municipio se presenta. En un video al que ha tenido acceso ElPlural.com, Fernández Santamaría, dice, hablando sobre los ingresos del pueblo, que “se han incrementado en más de diez millones de euros, impuesto directos 18 millones (…). Es decir, a un ciudadano normal, este ayuntamiento de Bétera -él se presenta por Riba Roja- le cuesta 2.200 euros. En una familia de 4 personas, 8.800 euros, es decir 733 euros (…)”. Es más, un asistente al acto dice un “que viva Honduras” que se escucha claramente en referencia a la metedura del exministro de José María Aznar en El Salvador.

Pero es que el acto de este candidato sobrepasa el surrealismo, y entra en las mentiras, cuando, en un momento determinado hace referencia a la virgen de los Desamparados o ‘Geperudeta’, que es la patrona de Valencia. El alcaldable asevera: “Nuestra querida madre de los Desamparados, que casualidades de la vida hoy celebramos el centenario de la coronación y que, por cierto, ya que hablan de memoria histórica, hay que recordar que a la virgen de los Desamparados la fusilaron esta banda con sus descendientes, cosa que es para recordar”.

Sin embargo, este discurso de fusilamientos marianos cae por su propio peso, pues los trabajos científicos y de restauración de la imagen religiosa, financiados por la Fundación Hortensia Herrero y controlados por la Cofradía de la Virgen, desmontaron todos los mitos y leyendas alrededor de la ‘Geperudeta’, entre ellos, que la imagen había sido fusilada por los republicanos en la guerra civil.

Las mentiras tienen las patas muy cortas, y tal y como se puede leer en un extenso reportaje sobre la reparación del busto en Valencia Plaza, “la restauración ha descubierto que la imagen no tienen ningún orificio producto del fusilamiento y que de hecho no se han encontrado restos de bala en todo el camarín”.

Así, el candidato del Vox en Riba-Roja no solo no sabía ni en qué pueblo se presentaba, sino que además, hizo un discurso que iba de las mentiras más recalcitrantes, en su momento ‘Geperudeta’, a los extremos más racistas a los que Vox se aferra con comentarios cuando habla de delincuencia como: “Todos sabemos quién está cometiendo estos delitos. La Policía lo sabe perfectamente, la Policía y la Guardia Civil lo saben perfectamente cuando hablamos con ellos. Están hartos de detener a una persona 20, 30 o 40 veces. Hay que actuar con decisión sobre uno de los principales problemas que tiene España y que es la inmigración ilegal”, en una clara unión en su discurso entre delincuencia e inmigración.

Siguiendo a los líderes nacionales

El no saber dónde se encuentra uno en un mitin no es de recibo, pero puede llegar incluso a ser comprensible si se es ministro o líder de uno de los grandes partidos de España y se viaja día sí y también el del medio. Pero no tiene perdón si uno se presenta a alcalde de una población de 23.000 habitantes como es el caso de Fernández Santamaría.

En el imaginario colectivo quedan momentos para la historia como el protagonizado por Trillo durante un viaje que realizó en 2003 a El Salvador. El exministro mandó a las tropas salvadoreñas gritar "¡Viva Honduras!”. Las tropas salvadoreñas fueron disciplinadas y respondieron a la orden dada por Trillo, quien tras reconocer su error volvió a solicitar el grito esa vez con un "¡Viva El Salvador!".

Otros gazapos interesantes fueron los cometido por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo en Badajoz al arranque este campaña electoral. Feijóo dijo a pleno pulmón: “Acabo con la palabra ilusión, porque eso es lo que percibo cada vez que vengo a Andalucía”, o la metedura de pata de Mariano Rajoy cuando era presidente del Gobierno y, en el año 2013, durante una intervención junto al presidente de Perú Ollana Humala, se refirió al gobierno de éste como el “Gobierno cubano”. Incluso el actual presidente Pedro Sánchez tuvo un lapsus y confundió Kenia con Senegal.