La formación de Albert Rivera se ha ganado a pulso el coloquial calificativo de “montapollos”. Se ha convertido en una costumbre que en precampaña o en plena campaña una delegación de dirigentes naranjas acuda a algún punto hostil para ellos dado que no tienen representación alguna en ese lugar con el objetivo de ganar titulares. De hecho, trascendieron informes internos en los que Ciudadanos se felicitaba por los resultados mediáticos de sus actos en Alsasua o en el pueblo del etarra Josu Ternera. Esta semana, Rivera ha vuelto a hacerlo y estuvo en Vic y en Vallecas, ante lo que Miquel Iceta no ha dudado en llamarles “montapollos”.

Durante la Fiesta de la Rosa del PSC celebrada este domingo en Gavà (Barcelona), el líder de los socialistas catalanes espetó que “no queremos montapollos ni pagafantas”.

“¿Quién es un montapollos? Quien ve una pelea y se mete a dar tortas”, explica, Iceta en clara referencia a Ciudadanos. “Queremos gente que se meta y separe”.

Pero Iceta también hizo referencia a otro grupo, los “pagafantas”, “aquel que acaba haciendo cosas en beneficio de otros sin recibir nada a cambio y perjudicando a otros”. En este sentido, afirmó que “no queremos partidos que viven del conflicto ni a partidos que no se atrevan a decir lo que piensan por miedo al independentismo”. En este caso, parece un mensaje para Podemos y su tibieza con el procés catalán.