La “performance” del artista Enrique Terneiro ha hecho mella en la derecha mediática española. Y es que está siendo trending topic en las columnas de los medios de esta significación política la pintada del gallego en la tumba de Francisco Franco. Carlos Herrera ha sido uno de los periodistas que ha opinado sobre ello, culpando a la izquierda del acto, pero también lo ha hecho Alfonso Ussía en su espacio de la contraportada de La Razón.

El articulista le dedica su columna al artista, al que se refiere como Enrique Terneiro, un “artista comprometido con no se sabe qué, pero comprometido”. Le describe como alguien que se dedica a “pintar tumbas exceptuando la de su madre”, algo que lamenta profundamente este exponente de la derecha mediática.

Hace referencia a unas palabras del duque de Edimburgo, quien inauguró una exposición de pinturas y esculturas del “modelo Tenreiro” y se refirió a ellas como “una atrocidad”. Ussía se vanagloria de este epíteto y lo extrapola al artista gallego, pues considera que, como el origen del “consorte de la Reina Isabel II” es griego, entiende más de este campo porque “los griegos nacen con el arte en el cuerpo”.

Ussía informa, según sus “confidentes expertos en arte contemporáneo”, que Tenreiro lleva mucho tiempo “sin vender ni una obra”. Por tanto, considera que este acto más que una protesta es mera publicidad, pues asegura que si contrató a alguien “especializado en vídeos” es por esta razón. Además, asiente que el artista consiguió tener la notoriedad que necesitaba para relanzar su carrera. Eso sí, también pronostica que continuará “escaso de clientes” porque es “muy malo esculpiendo y peor aún pintando”.

El “corre, corre”

Pero Alfonso Ussía, en su ‘magnanimidad’, le propone a Tenreiro que le envíe una escultura con un sobre adjunto con veinte euros para exhibirla en su domicilio. El periodista la utilizaría para jugar al “corre, corre” alrededor de la misma, porque últimamente juega mucho a “tula” con sus amigos. Le pide, eso sí, que no se olvide de los “veinte euros de propi”.  

Ahora ya sí, expone su opinión sobre la “performance” de Tenreiro y señala que el problema es “viajar de Galicia a Madrid, contratar a un experto en vídeos y desplazarte al Valle de los Caídos para profanar una tumba”. Considera que esto es más “adaptable a un imbécil que a un artista”, por lo que le pide que, como la “tiene más a mano”, profane “la tumba de su madre”.