Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), en representación de los más de 25.000 urgenciólogos españoles, ha reclamado al Gobierno la elaboración, negociación y firma de un pacto de Estado por la sanidad pública implicando a todos los actores. Tras valorar la “situación crítica que atraviesa el Sistema Nacional de Salud”, especialmente ante el caos en la gestión de la sanidad por parte de la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, la organización que agrupa a los médicos de esta profesión del sector sanitario dedicado a los servicios de Urgencias y Emergencias, ha denunciado esta situación.

Un tratado, según la SEMES, “basado en el espíritu de consenso y en el compromiso social, garante de la sanidad pública de calidad, segura y universal que pueda asegurar la permanencia del Estado de Bienestar, no solo para todos los ciudadanos y ciudadanas de hoy, sino también para las generaciones futuras”. Por otra parte, la asociación de urgenciólogos ha condenado “cualquier uso partidista o utilización del Sistema Sanitario en beneficio propio o por intereses basados en mantener cuotas de poder”.

La SEMES ha expresado su “respeto y solidaridad hacia todos los compañeros y compañeras de profesión y, especialmente, a los médicos de familia dedicados a un ámbito sanitario tan importante como el de la Atención Primaria, incluyendo los centros de atención continuada, también conocidos como urgencias extrahospitalarias”. “La falta manifiesta de médicos y enfermeras que va a empeorar con las jubilaciones previstas y con la fuga de talentos de los médicos jóvenes, derivada de unas condiciones laborales poco razonables, de la incapacidad de atracción de algunas especialidades (en especial, medicina de familia, que no ha cubierto todas las plazas de MIR ofertadas) y de la imposibilidad de satisfacer la vocación de muchos estudiantes”, ha explicado esta organización que agrupa a urgenciólogos en España.

España, una “anomalía europea e internacional”

Los datos que ha ofrecido la asociación han situado a España como una “anomalía europea e internacional”, donde “todavía no está reconocida la especialidad de medicina de urgencias y emergencias (solo la tiene en el ámbito militar)”: “Los estudiantes que quieran ejercer en este ámbito o emigran o se ven forzados a estudiar otra especialidad (principalmente, medicina de familia) que nunca van a ejercer”. “Así, se permite una dinámica perversa de mal uso de recursos públicos, invirtiendo en la formación de médicos que van a acabar trabajando en otros países o en campos para los que no se han formado debidamente contribuyendo, además, a la inflación de médicos de familia, teniendo un número de médicos de familia irreal, ya que muchos de ellos pasan por la especialidad obligados y sin intención de ejercerla, aumentando con ello al déficit actual de médicos para los centros de salud”, ha concluido el comunicado de la SEMES.

“Así pues, esta deficiente gestión de recursos humanos, junto a una insuficiente financiación, pone en evidencia la necesidad de afrontar reformas estructurales del Sistema Nacional de Salud, que ordenen y regulen debidamente tanto los servicios de atención primaria como los servicios de urgencias y emergencias, los dos puntales fundamentales de la sanidad de nuestro país, antes de que sea demasiado tarde para todos”, ha destacado la comunicación de la organización de médicos de urgencias y emergencias para concluir que “el principal deseo de la SEMES como organización es contribuir para que el Sistema Sanitario español sea eficaz, de calidad y seguro y tenga capacidad de dar respuesta a todos los pacientes”.