El Ministerio de Defensa planea una inversión para el nuevo ciclo para los próximos 15 años de hasta 10.805 millones de euros para siete programas de armamento, según ha adelantado la Cadena SER. Esta cuantía habría que sumarla a la deuda de los Programas Especiales de Armamento (PEAS) ya que aún faltan por pagar unos 20.000 millones de euros, que deberán abonarse hasta 2030. Esta nueva inversión en armamento se contrapone al discurso del Gobierno de “no se puede gastar lo que no se tiene”. Y es que, la subida de las pensiones mínimas supondría un gasto de 3.000 millones, más de tres veces menos que lo que costará el nuevo ciclo de inversión armamentística.

Vehículos de combate sobre ruedas 8x8, fragatas F-110, aviones de entrenamiento, aviones de reabastecimiento, helicópteros NH-90 navalizados… Un poco de todo. Se prevé que el gasto se incluya en los Presupuestos como ordinario para, de esta manera, cumplir con el compromiso adquirido con la OTAN (forzado por Donald Trump) por el cual España deberá subir el gasto dedicado a Defensa hasta el 1,53% de su PIB.

La propia Cospedal, consciente de que aumentar notablemente el gasto armamentístico mientras los jubilados han tomado las calles por la “subida de mierda de las pensiones”, se ha justificado en varias ocasiones en los últimos días. A su juicio, hacer hincapié en este asunto es “demagogia” ya que se trata de la seguridad del Estado ante, por ejemplo, el terrorismo yihadista, y para eso, hay que realizar inversiones y comprar armas. De hecho, la ministra llega a decir que no crece dinero de los árboles”.