El juez, no obstante, decidió retirarle el pasaporte para evitar que pueda salir de Estados Unidos y tampoco ha devuelto el millón de dólares que DSK y su familia depositaron ante el tribunal cuando le fue acordado el arresto domiciliario.

"Este caso no ha acabado"
"Este caso no ha acabado, aunque usted lo haya podido oir así. Tiene que presentarse ante este tribunal el próximo 18 de julio, y espero que así lo haga usted", le subrayó el juez Obus a DSK, a quien se vio sonreir a su salida del tribunal. Ahora el ex director gerente del FMI "es libre para viajar por el país donde quiera", dijo Brafman a la prensa, al tiempo que aseguró que la decisión de hoy "es el primer paso para que mi cliente quede exonerado por completo" de todas las acusaciones.

La acusación particular insiste en las pruebas
Al término de la vista, el abogado de la acusación, Kenneth Thompson, señaló que "hay pruebas médicas que evidencian que Dominique Strauss-Kahn atacó a la víctima y le hizo daño".
Agregó que la alegación presentada por los defensores del exdirigente del Fondo Monetario Internacional de que tuvieron una relación sexual consentida "es una mentira. Eso es lo único nuevo que la defensa ha presentado". Preguntado por el descubrimiento que la defensa habría realizado sobre las "mentiras" en que su clienta ha podido incurrir cuando pidió asilo político en Estados Unidos, Thompson señaló que "la víctima ha decidido por sí misma decir la verdad sobre cómo llegó a este país".

Conversación con un convicto
El caso ha dado un giro después de que, como ha informado The New York Times en su edición de hoy, la Fiscalía dudara de la denunciante debido a las contradicciones en las que habría incurrido. Aunque los tests forenses muestran sin lugar a dudas que hubo un encuentro sexual entre el político francés y la mujer en el hotel Sofitel de Mahnattan, las sospechas comienzan con su petición de asilo y posibles relaciones con actividades criminales, como narcotráfico y blanqueo de dinero. Así, según esos indicios la camarera habló por teléfono con un hombre convicto sobre los posibles beneficios de presentar cargos en contra del ex mandatario financiero.

Sin la fianza y sin el pasaporte
DSK estaba desde el 21 de mayo bajo arresto domiciliario, obligado a llevar una pulsera electrónica y vigilado las 24 horas del día por guardias armados y un sistema de televisión que tiene que pagar de su propio bolsillo, cuyos costes se cifran en más de 200.000 dólares al mes. El político francés se declaró "no culpable" el pasado 6 de junio de los siete delitos que se le imputan por abuso sexual e intento de violación por los que en caso de ser encontrado culpable podría afrontar penas de 3 a 25 años por cada uno de ellos según su gravedad. Lo que no se le ha devuelto de momento es el millón de dólares en efectivo y el aval bancario por otros cinco millones que tuvo que depositar como fianza. Durante su arresto ha vivido en una lujosa casa adosada del sur de la ciudad, valorada en 14 millones de dólares por la que paga un alquiler de más de 50.000 dólares al mes.