Cumplido el  5º aniversario del 15-M de 2011 y en puertas de una repetición de Elecciones Generales, con el fracaso colectivo a nivel político de los Partidos Políticos, tras una de legislaturas más reaccionarias y oscuras de nuestra democracia y el éxito de “Podemos” tras las Elecciones Europeas, que no ha dado respuesta a la situación de asfixia social y económica desde los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas en los que ya sí gobierna, hay que hacer una reflexión seria sobre el papel del PSOE y la urgencia de ganar las Elecciones  para coger el timón del barco del Estado Social y Democrático de Derecho que ha sepultado el Partido Popular.

Comparando los dos períodos en los que ha gobernado el Partido Popular, el comportamiento es idéntico con mayorías absolutas y gran dosis de concentración de poder que le ha permitido recortar derechos y libertades y limitar nuestro espacio de convivencia constitucional del 78.

Sin embargo, ante las mismas recetas aplicadas por la derecha de este País en situaciones de crisis económica, política y social, el comportamiento del PSOE ante las movilizaciones ciudadanas no ha cuajado igual. Si miramos 16 años atrás, nos encontramos con un PSOE con necesidad de regeneración  ante un Partido Popular muy fuerte en las instituciones frente a las reivindicaciones ciudadanas. No en vano, las calles y plazas de toda España fueron escenario de fuertes movilizaciones durante la segunda legislatura de Aznar.

Las mayorías absolutas del PP le han permitido recortar derechos y libertades, el PSOE debe ganar con urgencia

En estos años, en el fondo del armario tapado por el espejo de “España va bien”, se desmantelaba el sector público, crecía la burbuja inmobiliaria, la especulación urbanística, el crédito fácil sin controles, favoreciendo a los poderes económicos frente a una clase media y trabajadora, contra la que se gobernaba con leyes que precarizaron el mercado laboral, endurecieron las prestaciones de desempleo , las condiciones de jubilación y fomentaron la contención salarial de las familias, que no podían acceder a una vivienda digna sin hipotecarse durante toda su vida por el egoísmo financiero y empresarial del sector de la construcción.

Si a ello añadimos las reformas educativas aprobadas a espaldas de profesionales, padres y alumnos como la Reforma Universitaria y la Ley de Calidad de la enseñanza, la  intervención en la ilegal Guerra de Irak, la Ley de Inmigración y el trasvase del Ebro, cuyas decisiones se tomaron  por la mayoría absoluta y en solitario por el PP, que alimentó el control y la manipulación de los medios de comunicación, las reacciones fueron duras y no se hicieron esperar por la ciudadanía y por el PSOE  a partir de la huelga general de 2002.

La respuesta no se hizo esperar en los últimos años del Gobierno Aznar, con una huelga general, con las movilizaciones anti globalización ante la Cumbre Europea de 2002, la gestión del gobierno del hundimiento del Prestige, la Guerra de Irak... y se ha vuelto a hacer con 4 años de austeridad y contrarreformas del PP de Rajoy inundando las calles de protestas ciudadanas contra la LOMCE, la Reforma Laboral, la Ley Mordaza, el rescate a la banca, la subida de impuestos, la reforma de las pensiones, el tema catalán, los recortes de 10.000 millones de euros en sanidad y educación instaurando los copagos entre otras medidas y gobernar por “decretazo” sin diálogo, sin consenso y con la pantalla de plasma para rendir cuentas.

Ante medidas similares por el PP con ocho años de diferencia,  ¿Qué ha pasado en el PSOE?  en el año 2000 el PSOE se rearmó políticamente con una nueva manera de ver y enfocar la política, otra forma de ser para defender los valores socialistas de siempre.

“El cambio tranquilo” de un nuevo líder, José Luis Rodríguez Zapatero con una oposición leal y teniendo la mano al Gobierno en asuntos del Estado como el Pacto Antiterrorista,  el Pacto por la Justicia o la Inmigración, junto a la oposición contundente e implacable ante  los retrocesos sociales que implantaban las Leyes Educativas apoyando a la ciudadanía en sus movilizaciones.

Desde el asalto a los cielos no hay esperanza, solo se destruye al adversario sin respuestas. Con Podemos no hay futuro

En 2003, con más votos que el PP en las Elecciones municipales y autonómicas lideramos instituciones importantes como la FEMP. El cambio de Modernidad para España estaba en marcha con una forma de hacer política abierta, conciliadora y respetuosa frente a la crispación, el autoritarismo, la prepotencia y la manipulación.

Una forma de hacer política clave para constituir el cauce político de las movilizaciones y reivindicaciones ciudadanas y un compromiso firme con la ciudadanía y sus demandas desde el “poder” como forma de gestionar el interés general y de servicio público, sin la pretensión de destruir al adversario político.

Quizá la vuelta a ese talante y a esa forma de hacer política, es que la que tiene que recuperar el PSOE para que nos reconozca la ciudadanía,  ante las pretensiones de nuevas formaciones políticas de  “falsa izquierda” como Podemos.

Hay una segunda oportunidad el 26-J. y el PSOE debe ganar porque es el único Partido que se renueva con procesos abiertos y plantea medidas valientes.   Hicimos unas primarias para ser la solución a las contrarreformas del PP y a las reivindicaciones del 15-M porque constituyen los derechos que consolidamos los socialistas y los recuperaremos, pero hay que dar un más:  proteger a las personas,  anteponiendo el papel social del Estado a cualquier otro para recuperar la dignidad de la gente que ha perdido su empleo, que se ha quedado sin vivienda…  y avanzar en democracia.

Desde el asalto a los cielos no hay esperanza, solo se destruye al adversario sin respuestas. Con Podemos no hay futuro.