Es un secreto a voces y todos los líderes del PP castellano-manchego reconocen en privado que María Dolores de Cospedal no repetirá como cabeza de cartel en las elecciones autonómicas de 2019, ya que la secretaria general tiene en su agenda política otros horizontes más trascendentales que volver a ser aspirante de la comunidad que ya presidió (2011-2015), y cuyo recuerdo ciudadano no beneficia, precisamente, las ambiciones políticas de la también ministra de Defensa, que sabe, según le dicen todas las encuestas, que Castilla-La Mancha será un territorio muy difícil de recuperar siempre y cuando el socialista Emiliano García-Page sea el candidato a abatir.

Mano derecha, pero sin carisma

Ante la huida de Cospedal, que ya dejó claros sus deseos de hacer carrera política en Madrid renunciando a su acta de diputada regional y de jefa de la oposición para entrar como diputada nacional en el Congreso en los comicios de diciembre de 2015, y dada la urgencia que reclama el calendario electoral, su mano derecha y secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, debería ocupar por lógica su puesto ya que es el hombre que verdaderamente dirige el partido, conoce la región y es respetado por las baronías provinciales. Sin embargo, Tirado carece de carisma para encabezar el cartel electoral de los conservadores manchegos, lo que le aleja de las quinielas presidenciales y lo relega a otras posiciones menos visibles dentro del partido, pero no por ello menos importantes.

El preferido de Cospedal

La secretaria general del PP y presidenta de la formación política en Castilla-La Mancha nunca ha ocultado sus simpatías por Agustín Conde, “ex todo” en la región, que ya encabezó la candidatura “popular” en los comicios castellano-manchegos de 1999, siendo ampliamente derrotado por el socialista José Bono, que le sacó 13 puntos de diferencia. Conde fue nombrado por Cospedal su segundo en el Ministerio de Defensa, y podría ser este lugar, la Secretaría de Estado de Defensa, el trampolín utilizado por el toledano para reivindicarse como candidato a la elecciones de 2019. En su contra, su conocida militancia en posiciones de “derecha extrema”,  reconocen a ELPLURAL.COM fuentes del PP manchego, y un pasado salpicado por sonadas polémicas sobre los gays y falta de transparencia en sus declaraciones de bienes y rentas como diputado nacional.

Una mujer en una corte de hombres

La única mujer con posibilidades a suceder a María Dolores de Cospedal como candidata del PP en Castilla-La Mancha es la vicepresidenta tercera del Congreso y diputada por Ciudad Real, Rosa Romero, ciudad de la que fue alcaldesa durante ocho años, tiempo no exento de polémicas y acusaciones de supuesta corrupción, que aún hoy duermen en los juzgados de la ciudad. Romero, recuperada por Cospedal tras defenestrarla previamente, también tiene en su currículum una gran mancha como consejera de la extinta Caja Castilla-La Mancha, cuya labor en la entidad de ahorro fue sancionada por el  Banco de España con una multa de 15.000 euros por una “infracción muy grave”.

“El bueno y el malo”

Cerrando el quinteto de aspirantes encontramos al actual alcalde de Seseña y diputado regional en las Cortes de Castilla-La Mancha, Carlos Velázquez, del que se dice es el “tapado” de Cospedal y cuyo nombre aparece en las declaraciones de algunos implicados e imputados en el caso Púnica. Y es que es difícil encontrar a un líder del PP en la comunidad con un expediente impoluto y cuyo nombre no se referencie en algún asunto turbio. No en vano, Velázquez fue apadrinado por el exsecretario del PP madrileño, Francisco Granados, que durante dos años y medio estuvo encarcelado como supuesto cabecilla de la trama de corrupción Púnica.

Y si Velázquez es “El bueno”, cómo será “El malo”, personaje de Sergio Leone, maestro del “spaghetti western”, que le viene como anillo al dedo al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, el quinto candidato en liza y cuya verborrea contra el presidente del Gobierno castellano-manchego, Emiliano García-Page, a quien, entre otras lindezas, cataloga de “inestable mentalmente”, ha llevado al PSOE a pedir la comparecencia del  ministro del Interior (Juan Ignacio Zoido)  para que dé explicaciones sobre el comportamiento de este hombre, “quien basa únicamente su actividad política en el insulto al jefe del ejecutivo autonómico”, sentencian. Los socialistas, como ya adelantó ELPLURAL.COM, dicen desconocer si “esas lamentables acusaciones al presidente las hace como delegado del Gobierno o como presidente provincial del PP de Toledo”. Por lo que, exigen  que “alguien debe aclarar cuál es su función: la de delegado del Gobierno o la del PP”.

Otros candidatos…por si acaso

Sea como sea, está claro que el banquillo “popular” en Castilla-La Mancha no cuenta con ningún crack capaz de hacer frente con solvencia al candidato socialista, Emiliano García-Page. Pero, por si acaso, el PP tiene también en el tintero al secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, y al subsecretario de Estado de Defensa, Arturo Romaní, ambos exconsejeros en el Gobierno castellano-manchego de Cospedal, que tampoco descarta del todo, aunque está “muy quemada”, añaden las fuentes, la actual presidenta del Grupo Popular en las Cortes regionales, Ana Guarinos, denunciada hace unos días por Podemos al asegurar que el partido de Iglesias estaba “lleno de pederastas y delincuentes”.