En un mitin, este jueves, en un suburbio en el norte de París, Sarkozy pidió prestado el discurso de Marine Le Pen y acusó a los inmigrantes, poniendo especial énfasis en la población musulmana, de aprovecharse de los servicios públicos,  cometer fraude y tener privilegios como el derecho a ser visitados por médicos de su mismo sexo.

Ataque contra Hollande
Sarkozy atacó a los socialistas por querer dar derecho de voto a los residentes extranjeros en las municipales, y acusó a Hollande de “buscar el apoyo del voto de las mezquitas por haber perdido el respaldo popular”. El presidente francés defendió retirar derechos a los inmigrantes, como que se utilice “el mismo menú en los comedores escolares para todos los niños”, independientemente de sus confesiones religiosas.

Las raíces cristianas de Europa
"Fue un error renunciar a escribir en el proyecto de Constitución europea que Europa tiene raíces cristianas porque muchos europeos creyeron en ese momento que Europa les quería quitar su identidad. Durante años incluso mis amigos se han resistido a aceptar lo que es una evidencia desde hace mucho, que Francia tiene raíces cristianas. No hago apología de ninguna Iglesia”, afirmó el presidente en du discurso radical.

Un honor ser llamado fascista por un comunista
Sarkozy artremetió también contra los medios de comunicación franceses, que le han reprochado su deriva ultraderechista. Sobre L'Humanité, que ha criticado sus ataques contra los sindicatos y le ha comparado con el mariscal Pétain, el candidato conservador ha dicho que “ser llamado fascista por un comunista es un honor”. Mientras que el mensaje para Le Monde y a Libération ha sido que él “no habla para los ‘bobós’ (burgueses bohemios) del Boulevard Saint Germain”.