Santiago Abascal está apurando los últimos días de vacaciones con su mujer, Lidia Biedman, y sus hijos. El líder de Vox se ha dejado caer por Galicia, para pasar por Sanxenxo y acabar en la localidad viguesa Baiona. Pero el retiro estival también le ha traído de cabeza, pues ha tenido que abandonar un restaurante debido a los abucheos de los ciudadanos congregados allí.

Los vecinos de la zona le reconocieron, por supuesto. Tras hacerse los rutinarios selfies con algunos fans, Santiago Abascal continuó con su paseo por el casco histórico de Baiona hasta llegar a un restaurante en los alrededores del monasterio de Santa María de Oia, según relata el Faro de Vigo.

El citado medio desvela que, según varios testigos, un automóvil con las lunas tintadas fue a recoger al dirigente ultraderechista. El vehículo llamó la atención de muchos de los que se reunieron en los aledaños del establecimiento.

Fue en este momento cuando una mujer comenzó a verter gritos y abucheos contra el diputado y presidente de Vox. Tras ella, muchos de los que por allí se encontraban se unieron a las protestas de la señora. Entre tanto, el dirigente de Vox se subió al coche e hizo mutis por el foro.