“Vengo a trabajar”. Esas han sido las palabras que ha pronunciado el recién investido secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, a su regreso al Congreso. No pisaba el edificio de la Cámara Baja desde que dimitió horas antes del inicio del debate de investidura de Mariano Rajoy. Sánchez ha acudido al Congreso para reunirse con el Grupo Socialista a fin de ponerse al tanto de la actividad parlamentaria y transmitir un mensaje de normalidad a los diputados en esta etapa de transición hasta el 39 Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar los días 17 y 18.

Pedro Sánchez acudió a la Cámara baja para reunirse con el grupo parlamentario socialista. El portavoz provisional del grupo, José Luis Ábalos, el hombre fuerte de Pedro Sánchez en Valencia, ha insistido en que "es lo que toca, es una reunión ordinaria".

La reunión con Hernando

El secretario general del PSOE se reunió previamente con Antonio Hernando, quien fuera persona de máxima confianza de Sánchez hasta el Comité Federal de octubre. Hernando fue portavoz socialista en el congreso con Sánchez y, posteriormente, mantuvo el cargo con la Gestora que se hizo cargo de la dirección del partido tras la dimisión de Sánchez. Fue el encargado de defender la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy, pero para el secretario general fue la 'traición' más dolorosa, tal y como reconoció en una entrevista con Jordi Évole. Hernando dimitió como portavoz del grupo parlamentario la misma noche de la victoria de Sánchez en las primarias celebradas el pasado 21 de mayo.

Fuentes socialistas han señalado que la reunión entre ambos fue 'constructiva' aunque 'fría en lo personal'. Sánchez quería poner al día de la actividad de los socialistas en el Congreso y le  le pidió a Hernando que siga en la dirección del grupo hasta el Congreso de junio. Según fuentes cercanas al exportavoz, Sánchez le convocó para "repasar la actividad parlamentaria" del Grupo Socialista y le instó a que continúe tres semanas más en la dirección del grupo para "ayudar al portavoz interino", José Luis Ábalos. Hernando aceptó