El primer cara a cara del curso político entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez estuvo marcado por duras acusaciones, con el líder del PP comparando la situación actual con los “tiempos de Franco” y Santiago Abascal de Vox lanzando ataques xenófobos sobre la inmigración. Las respuestas de Sánchez, cargadas de datos y reproches, han sido una de las noticias más leídas esta semana en ElPlural.com.

Primer cara a cara del curso político que arranca con idéntica aridez que los previos al parón estival. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, golpeaba primero con el dibujo de un Pedro Sánchez poco menos que autoritario. De hecho, en su primera intervención llegó a comparar el momento presente con los “tiempos de Franco”, acusándole de “censurar y perseguir” a quién le critica. Gruesas palabras que se entremezclan con la no menos virulenta disertación del presidente de Vox, Santiago Abascal, sobre la inmigración ilegal. “Les sobra xenofobia y les falta humanidad”, deslizó el jefe del Ejecutivo en su primer asalto contra la derecha y la ultraderecha del presente ejercicio.

Feijóo abría fuego con una dosis de ironía: “Bienvenido al Congreso. Le parecerá muchísimo venir sólo una vez este mes”. Dardo que hace alusión a las acusaciones del principal partido de la oposición hacia Sánchez, a quien le atribuyen una actitud huidiza con respecto al control del Parlamento habida cuenta de su ausencia la pasada semana. Comportamiento que, a ojos del presidente del Gobierno no tiene ápice de realidad, pues ha comparecido ante la Cámara Baja en “39 ocasiones a lo largo de estos seis años”; 29 más que el propio Feijóo en sus años como presidente de la Xunta de Galicia. “Sólo compareció en 10 ocasiones”, puntualizó Sánchez.

Más allá de pasar revista, el líder de la oposición se ha encargado de dibujar la imagen de un Sánchez autocrático y dictatorial, argumentario que comparten derecha y ultraderecha y del que Isabel Díaz Ayuso es su máximo exponente. Pero Feijóo ha dado un paso más y, haciendo alusión al plan de acción democrático que aprobó este martes el Gobierno, comparaba la actitud de Sánchez con los “tiempos de Franco”. “Ha iniciado el curso con una ofensiva contra jueces y medios de comunicación. Censura y persecución a quién se critica”, destacaba. En este sentido, le interrogaba sobre si le queda algo más a Sánchez “además de su proyecto personal y los fontaneros de Ferraz”.

Oposición “avinagrada”

El presidente del Gobierno fue más comedido de lo esperado tras las graves acusaciones de Núñez Feijóo. Sánchez reivindicó el carácter dialogante y proclive al acuerdo de su gabinete, reposando su argumentario sobre los 12 proyectos de ley en esta legislatura y 30 en tramitación, además de las más de 200 iniciativas aprobadas los pasados cuatro años. Asimismo, remarcaba que el curso político lo inician con “más ganas que el anterior” y los datos “así lo exponen”. “La vicepresidenta de la Comisión europea, una mujer española, el Banco de España eleva las previsiones… Desde luego, los datos invitan al optimismo”, remarcó.

Así, ha instado al líder de la oposición a cambiar el chip y abandonar ese tono “avinagrado” después de seis años alertando de que España “se hunde” cuando está “creciendo por encima de la media de la Unión Europea”. “El país está más unido que cuando ustedes gobernaron en 2017. No es presidente del Gobierno no porque no quiera, sino porque los españoles eligieron progreso. Queda legislatura para rato”, cerró el presidente del Gobierno.

Mucha xenofobia, pocas ideas

Tras Feijóo, Santiago Abascal hacía uso de la palabra para espolvorear sus soflamas anti inmigratorias en sede parlamentaria. "Parece que a las familias españolas les sobra el dinero. Destina 98 millones de euros solo a la alimentación de los ilegales que llegan a canarias en un año. Destina 20 millones de euros para que las CCAA atiendan solo a 400 ilegales cuando sabemos que son miles y serán más, 36.000 euros al año por cada mena acogido y gasta 170 millones solo en cinco meses para alojar a los inmigrantes ilegales en hoteles de toda España, ha empleado 3.000 millones de euros de los españoles que no sobran a los españoles para atender a 57.000 ilegales que entraron en España en 2023", espetaba el líder de la ultraderecha, que acusaba a Sánchez de lanzar un "mensaje peligroso" de que España "pagará el alojamiento y la manutención con el dinero de todos". "Efecto llamada brutal", destaca.

Por su parte, el jefe del Ejecutivo le recriminaba que no le gusta el malgasto del dinero público "siempre y cuando no vaya a su fundación, ese chiringuito que se ha montado a costa de los españoles y de su partido". "Le sobran los insultos y le faltan las ideas. Le sobra la xenofobia y le falta la humanidad", remató. 
 

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