El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ha decidido abrir el curso político recibiendo el próximo lunes en el Palacio de la Moncloa a medio centenar de ciudadanos con los que intercambiará impresiones sobre las previsiones y prioridades del Ejecutivo para los próximos meses.

Según asegura Moncloa, se trata de un formato inédito con el que se pretenden que los ciudadanos sean protagonistas del acto y puedan exponer sus inquietudes y propuestas al presidente de forma directa y pública.

En este acto, moderado por la periodista Carme Chaparro, participará medio centenar de personas que a lo largo de esta legislatura han escrito al presidente para trasladarle sus inquietudes y reflexiones, o se han interesado en su funcionamiento a través del programa de visitas Moncloa Abierta.

Esos escritos que los ciudadanos trasladan al presidente son para Moncloa "un termómetro adelantado del ánimo de la opinión pública y ayudan a identificar problemas, tendencias y también posibles soluciones". Desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en 2018, la Unidad de Comunicación con la Ciudadanía ha recibido 250.000 mensajes de este tipo que incluyen felicitaciones, dudas, quejas, peticiones y también sugerencias e iniciativas.

Una selección de esas aportaciones podrá ser ahora expuesta directamente a Sánchez por sus propios autores, que serán sus propios autores, que plantearán sus reflexiones. El acto lo cerrará el presidente, que fijará las prioridades del Gobierno para los próximos meses.

El halo institucional

Antes de las vacaciones estivales, Sánchez advirtió que “vamos a por todas”. Unas pocas semanas después, aquellas contundentes palabras que acompañaron a la remodelación de Ferraz para unificar Moncloa y PSOE se han concretado en una campaña bajo el lema El Gobierno de la gente. El presidente se ha agendado una treintena de actos de septiembre a diciembre para acercarse a la calle. El de Moncloa del lunes, que tendrá lugar 24 horas antes de su duelo con Alberto Núñez Fejióo en el Senado, no es sin el pistoletazo de salida de una campaña con un objetivo claro: mostrar el perfil más cercano de Sánchez y desprenderse del papel “excesivamente institucional”.