El 8M se acerca y si ya fueron objeto de debate las manifestaciones del año 2020, las de este curso se mirarán con lupa. Dada la situación de la pandemia, la Delegación del Gobierno en Madrid ha optado por prohibir todas las manifestaciones del 8M con una previsión superior a 500 asistentes, un criterio proveniente de la Consejería de Sanidad, por lo que "rotundamente no habrá" una gran protesta feminista en la capital, como la ocurrida el año pasado o en años precedentes.

Las reacciones al respecto no tardaron en llegar y una de las más polémicas ha sido la de Rosa Díez.

La exlideresa de UPyD lamentó en un tuit publicado en su cuenta oficial que existan "restricciones para ver a nuestros mayores, para juntarnos con nuestros amigos, para comer o tomar un café…”, pero no para “la agenda ideológica de la pareja tóxica Sánchez/Iglesias” que “autoriza a  que el infectódromo se repita el 8M. Sin vergüenza”.

Lo llamativo es que la propia Díez, en abril del 2020, cargó contra el Gobierno por no permitir manifestaciones. En aquel momento, argumentó que “el TC alemán, toda una referencia, avala el derecho a manifestarse incluso en situación de pandemia”.

“Restricción de libertades sí, pero no todas. Marlaska, Delgado, Sánchez, Iglesias: tomen nota. Ciudadanos, estén atentos”, añadió.

 Un autozasca de libro.