La policía británica desplegó en la noche de este lunes un tercio más de agentes ante las algaradas violentas y ha advertido de que movilizará 16.000 agentes, incluidos los que estaban de vacaciones. Sólo anoche Scotland Yard anunció la detención de más 200 personas, así como que habían resultado heridos en los enfrentamientos 44 policías y 14 civiles, mientras que este martes ha confirmado la primera víctima mortal en los disturbios, un joven de 26 años que fue herido de bala. Los actos vandálicos se extendieron por los barrios de Lewisham, Peckam, Hackney y Croydon, en el sur y este de Londres, así como más allá de la capital, en ciudades como Bristol, Birmingham y Leeds, donde también se han empezado a producir saqueos.

Cameron habla de delincuencia "pura y simple"
El primer ministro, David Cameron, ha vuelto a la capital tras suspender sus vacaciones y ha hablado de “violencia gratuita” y de delincuencia "pura y simple" que será "enfrentada y derrotada". También se ha anunciado la suspensión del partido de fútbol entre las selecciones de Inglaterra y Holanda que se iba a disputar en la capital este miércoles, así como varios encuentros más de competiciones domésticas.

El germen de las protestas y de los saqueos
Los disturbios se iniciaron el fin de semana en el barrio de Tottenham después de que el jueves la policía matara en un tiroteo al joven afrocaribeño Mark Duggan cuando pretendía detenerlo, aunque las circunstancias de lo ocurrido todavía están por aclarar. Los familiares de Duggan denunciaron la falta de información y el trato vejatorio que vivieron cuando pedían información en comisaría, lo que se convirtió en el germen de los tumultos. Pero además de la búsqueda del enfrentamiento directo con la policía, los disturbios han pasado a caracterizarse por el saqueo de comercios, con especial predilección por los artículos de consumo juvenil como ordenadores, móviles o ropa deportiva.

La violencia policial ya no puede explicar lo sucedido
Los medios británicos se preguntan así por las razones de esta violencia. En su editorial, The Guardian recuerda hechos similares producidos en 1981 en el barrio marginal de Brixton, pero cree que entonces sí estaban más justificados por el carácter “agresivo”, “prepotente” y de “estereotipos racistas” de aquella policía, así como por un carácter más deprimido del contexto social. El diario insiste en que ni la policía de ahora es así, aunque haya cometido errores en esta crisis, ni Tottenham tampoco es un suburbio degradado. Apunta así a razones que van más allá de la precariedad y de los nuevos modos de organización a través de las redes sociales, como “el culto a la violencia, especialmente a las armas, y una rabia contra la exclusión del consumo”.
 

Portada de este martes de la edición impresa del diario  'The Guardian' donde se informa de "la batalla por Londres"

 


Señales de alarma ignoradas
Un trabajador social que pudo ver en primera línea como espectador como se gestaban las algaradas en Tottenham, Stafford Scott, insiste en el texto más leído de The Guardian que si los disturbios resultan sorprendentes será porque no se estaba atento a lo que sucedía, ya que había señales de alarma, y aunque la violencia sea indefendible, existían “claros signos de problemas profundos en nuestra juventud que fueron ignorados” acotándolos “como un problema negro”. Apunta asimismo a la cultura del dinero fácil para aspirar al nivel de consumo de sus ídolos deportivos o de la música de esos jóvenes que pueden así justificar desde el tráfico de drogas hasta los saqueos. Pero el articulista también advierte de que el camino para salir de ese mundo es la cultura y el Gobierno de Cameron ha puesto nuevas barreras a la misma, como el aumento a las tasas universitarias.

Violencia cíclica en períodos de crisis económica
En The Daily Telegraph, la articulista Mary Riddell pone el foco en las desigualdades sociales, en la erosión del Estado de bienestar británico y en el hecho de que estos estallidos de violencia se reproduzcan en contextos de crisis económicas: “Cada repetición amenaza con ser más grave que la anterior. Como Galbraith escribió, 'la memoria es mucho mejor que la ley' en la protección contra la ilusión financiera y la locura. En una época de austeridad, hay muchos lujos que Gran Bretaña no puede permitirse. Y la amnesia está muy arriba en esa lista”.

Un componente de ‘hooliganismo’
Otras explicaciones son más sencillas y directas y eluden el contexto. El sociólogo Andrew Johnson, consultado por La Vanguardia, asegura que “lo que está pasando tiene en realidad mucho de hooliganismo". "De la misma forma que ciertos partidos de fútbol son sólo el pretexto para que grupos de salvajes se líen a tortas, los incidentes de Tottenham han creado el ambiente para que grupos de jóvenes se diviertan peleándose con la policía, cometan delitos y consigan gratis artículos que escapan a su presupuesto", advierte este sociólogo.