Más para la banca, menos para el ICO
Más letra pequeña presupuestaria. El Instituto de Crédito Oficial (ICO) va a llevarse muy poca tajada de los préstamos ideados por el Gobierno para que los ayuntamientos y las comunidades autónomas paguen sus deudas con proveedores. De acuerdo con la cuenta de resultados de este banco público prevista para 2012, el beneficio del año se situará en 40 millones de euros, algo inferior al de 2011, y ello a pesar de que en sus cuentas se ha modificado la contabilidad para reducir la cantidad de dinero que en presupuestos anteriores se dedicaba a sanear los préstamos de difícil recuperación. Es decir, que los 10.000 millones de euros que el ICO puede llegar a poner para este plan de pagos no incrementará un euro sus beneficios, mientras que la banca privada aumentará considerablemente sus ingresos.

Coches oficiales
Y otro ejemplo de austeridad. Tras decenas de anuncios de que los gastos suntuosos de anteriores gobiernos iban a ser eliminados y después de citar en muchas de ellas a los coches oficiales, la realidad presupuestaria dice lo contrario. El programa 912T del Ministerio de Economía y Competitividad, bautizado oficialmente con el nombre de “Servicios de Transportes de Ministerios”, y que no es otra cosa que el antiguo Parque Móvil Ministerios (PMM), prevé para 2012 un parque de 864 vehículos oficiales al servicio de los altos cargos del Gobierno, exactamente dos menos que los 866 que había a 31 de diciembre de 2011. El Gobierno de Zapatero dio de baja 98 vehículos en 2010 y en 2011 redujo otros 116 coches.

As en la manga
El mantenimiento de la posibilidad de privatizar las loterías queda reflejado en el presupuesto del Estado por la previsión de ingresar 812 millones de impuesto de sociedades de la Sociedad Estatal Loterías del Estado. Esto estaba previsto en el decreto-ley que en 2010 creó esta empresa pública para sustituir al organismo autónomo Loterías del Estado y su fin último era privatizar parcialmente su capital. Al convertirse en sociedad mercantil, aunque sea de titularidad estatal, debe ingresar en Hacienda el 30% de su beneficio por el impuesto de sociedades. El Gobierno ha mantenido la fórmula y Hacienda no descarta finalmente, si las cuentas se ponen peor, echar mano de los 7.000 millones de euros –o más- que sacaría de poner en el mercado acciones de esta empresa pública.

Truco contable
El dinero así obtenido no puede ir contablemente a pagar directamente gastos del Estado, porque las normas de la Unión Europea y la Contabilidad Nacional lo prohíben. Los fondos procedentes de privatizaciones tienen que ser destinados obligatoriamente al capítulo de deuda pública. Eso quiere decir que esos millones perfectamente podrían ir a financiar inversiones de otras empresas públicas sin que el Estado tuviera que aumentar su deuda. Es un truco que todos los estados utilizan en sus presupuestos, porque el dinero de la venta existe en realidad y como tiene que ser aplicado al capítulo de deuda pública, una de las fórmulas es llevarlo a financiaciones de otras sociedades de titularidad estatal sin tener que emitir letras u obligaciones.

Comisiones para la banca
Sobre las cuentas del ICO, la propia estructura de este banco público condiciona sus beneficios. Al no tener oficinas propias, las operaciones de préstamo las realiza a través de los bancos privados que se llevan en comisiones la mayor parte de lo que obtiene por el tipo de interés que aplica. En el caso de los préstamos para pagar las facturas pendientes de comunidades autónomas y ayuntamientos, el tipo de interés pactado es el 5%. El ICO actúa como un banco más en el sindicato bancario que los dará. Pero hay una diferencia. La banca privada cobrará directamente el 5% y ya está. El ICO, teóricamente también. Pero al carecer de oficinas propias, tendrá que pagar a los bancos privados la mayoría de esos ingresos en concepto de comisión de gestión.

Sorpresas didácticas
Los presupuestos más restrictivos de la democracia, que el ministro de Hacienda ha calificado de ·extraordinarios en un momento extraordinario”, guardan en sus cientos de páginas de cifras muchas sorpresas que irán saliendo en los próximos días o semanas, a medida que las distintas partidas de gastos vayan desmenuzándose. Son una letra pequeña que da muchas pistas sobre las intenciones reales de dónde se van a situar los recortes de verdad.