El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pasado del acoso y derribo contra todos de la campaña a un asombroso estado de laxitud, que le ha llevado a asegurar que "no tiene líneas rojas" para negociar un pacto de Gobierno y a insistir al PSOE y a Ciudadanos en la posibilidad de un acuerdo.

Advierte contra un pacto de izquierdas
En una entrevista con Carlos Herrera en la COPE, Rajoy se ha mostrado como la mejor alternativa para España al advertir de que un gobierno del PSOE con la "extrema izquierda" y los partidos nacionalistas sería "malo para los intereses” del país y "generaría inestabilidad".

Reforma constitucional con máximo apoyo
Rajoy ha defendido un pacto con el PSOE y Ciudadanos que, según ha subrayado, estaría refrendado por 200 diputados de la Cámara y permitiría por tanto hacer reformas "con un amplísimo apoyo" que quedarían "para muchos años" y darían estabilidad al país. Entre esas reformas, Rajoy ha dicho no cerrarse "a nada", pero ha destacado que "cuantos más apoyos" concite una reforma constitucional mejor. "Con más de 200 diputados se puede hacer una reforma constitucional. A lo mejor con 300 se podría hacer otra totalmente diferente que muchos no podríamos apoyar", ha dicho.

Apela a lo que le une al PSOE y a Ciudadanos
Rajoy ha recurrido a las razones que, según ha dicho,une al PP, PSOE y Ciudadanos, "lo fundamental", que es la unidad de España, la soberanía nacional, el principio de la igualdad de los españoles, la pertenencia a la UE, la política exterior y de defensa así como "el gran objetivo de crecer y crear empleo". "Son más las cosas que nos unen que las que nos separan", ha insistido Rajoy.

En su opinión, para esta negociación "no se trata de ceder nada, sino de buscar qué cosas se pueden hacer en conjunto a lo largo de los próximos cuatro años", siendo para él lo más importante "una política económica que genere confianza, credibilidad y estabilidad".

El líder popular ha dicho en cualquier caso que hay "mil cosas" en las que él no cedería como tampoco lo haría el PSOE, sobre todo en lo referente a la unidad de España, algo que "forma parte del ADN" de ambos partidos y que así seguiría siendo "a no ser que alguien se volviera loco, que no parece lo más probable".

Rajoy ha insistido en que el pacto que él ofrece "daría estabilidad, sería un buen mensaje para los mercados", y también "tranquilizaría" la prima de riesgo, además de que se daría a los inversores una "buena imagen" como país.

"A lo mejor las cosas se resuelven antes de lo que algunos piensan, ojalá, sería lo mejor para España", ha dicho el jefe del Ejecutivo en funciones.

No cede sobre la presidente del Parlamento
Rajoy ha insistido en que hay que "respetar" el resultado de las urnas y ha defendido su tesis de que la mejor opción es este gobierno encabezado por el PP y acordado entre estas tres fuerzas constitucionalistas que están de acuerdo en "los temas esenciales".

Sobre la presidencia de las Cortes el presidente en funciones ha afirmado que "el Partido Popular tiene que tenerla” porque “desde 1977 quien ganó las elecciones presidió el Gobierno y presidió las Cortes. En ningún caso vamos a apoyar a ningún presidente que no sea del PP".

Volvería a ser el candidato
El líder conservador ha repetido que su idea sigue siendo la de volver a presentarse para seguir siendo presidente del PP en el próximo congreso del partido, "se produzcan los acontecimientos que se produzcan".

Rajoy ha asegurado que ninguna fuerza política ha planteado que él deje de ser candidato a La Moncloa, algo que sería, en cualquier caso, "dudosamente democrático", según ha apuntado.

Su interlocutor, Pedro Sánchez
El presidente del PP ha subrayado que su "único interlocutor" en el PSOE es el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y ha asegurado que no ha hablado con la presidenta andaluza, Susana Díaz, en este proceso, como tampoco lo ha hecho con el expresidente Felipe González. A este respecto, y a la pregunta de si sería más fácil negociar con Díaz, ha contestado: "no lo sé". Pero ha señalado que no es su función ni su labor entrar en este debate interno del PSOE, como tampoco le gustaría que otros lo hicieran con su partido. "O nos respetamos todos o tenemos un problema", ha añadido.

Mariano Rajoy ha vuelto a recordar que en Europa hay ejemplos de Gobiernos de coalición, y aunque hasta ahora en España no ha sido así ha apostado por empezar a acostumbrarse a que las cosas "pueden cambiar". Además ha apuntado que la obligación de un político "responsable" es la de "intentar conformar algo que sea razonable