Rajoy se encoge de hombros cuando le preguntan por los cambios en el Gobierno. Captura de Cuatro



El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene a su partido y a sus ministros literalmente de los nervios. Fue desde el PP y desde Moncloa desde donde se filtró que este miércoles haría públicos los cambios en el Gobierno y mañana jueves los del partido, en el transcurso de la junta directiva que ha convocado. El caso es que ha concluido la reunión del patronato de la Fundación Carolina en La Zarzuela y el despacho con el Rey pero nada se sabe. Mientras el Presidente juega al vacile sobre este tema con la prensa, exhibe relajo absoluto y se encoge de hombros, sus ministros, los barones territoriales y los cargos de su partido no pueden disimular la ansiedad.

A Cayo Lara: "Gracias por informarme"
El juego al despiste del Presidente del Gobierno comenzó en la sesión de control al Gobierno, cuando el diputado de IU, Cayo Lara comenzó su pregunta con la frase "Hoy que va a remodelar el Gobierno", a lo que Rajoy respondió: "Gracias por informarme de que voy a remodelar el Gobierno. Es bueno enterarse todos los días de novedades, aunque sea por boca del señor Lara. Se lo agradezco mucho".

Y 'sentido del humor' con la prensa
Se daba por sentado que tras la reunión del patronato de la Fundación Carolina que preside el rey, Rajoy informaría a Felipe VI sobre la remodelación de Gobierno. Se produjo un hecho insólito,  mientras el rey saludaba a los miembros del patronato Rajoy respondió de manera informal a las preguntas de la prensa, pero sabía que le estaban gravando. Los periodistas le preguntaron si ya había comunicado al rey los cambios de Gobierno y su respuesta fue, "No, no, no sé de dónde han sacado eso"; ante esa respuesta nueva pregunta: ¿Los comunicará hoy? y tras un significativo gesto, encogerse de hombros, respondió "Eso dice Cayo Lara".

Todo ello se producía con Rajoy flanqueado por la Vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y por el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert. La cara de ambos no era precisamente alegre y ni siquiera rieron 'la gracia' de su 'jefe'.