Todo parece indicar que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va finalmente a convocar un Debate del Estado. Pero una cosa es una cosa y dos son dos, como podría haber dicho el ínclito dirigente del Partido Popular. Porque la noticia se filtra ahora en medios afines al PP, justo cuando Unidos Podemos va a llevar al Congreso una proposición para instar al Gobierno a celebrar esta tradicional cita, pero tiene una letra pequeña: Rajoy quiere celebrarlo en verano, a finales de junio o principios de julio, en una estrategia ya conocida de evitar la exposición pública.

Este martes, el partido de Pablo Iglesias lleva al Congreso de los Diputados una proposición no de ley para que la Cámara inste al Gobierno a celebrar un Debate del Estado de la Nación. Unidos Podemos lleva desde enero denunciando que Rajoy no se ha sometido a este trámite en toda la legislatura, incumpliendo una regla no escrita en esta materia, pero también las promesas de que celebraría esta sesión antes de que llegase la primavera.

En enero, fuera del periodo de sesiones, Unidos Podemos ya llevó este asunto a la Diputación Permanente para que el órgano que sustituye al Pleno pidiese al Congreso celebrar el Debate sobre el Estado de la Nación, algo que apoyaron todos los grupos de la oposición. El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, salió al paso de la ofensiva con una promesa: Rajoy iba a hablar con todos los grupos para celebrar el debate antes de la primavera.

Otra promesa incumplida

Hoy ha llegado la primavera, nos despedimos del invierno, y seguimos sin Debate del Estado de la Nación. Esta cita se celebra desde hace 35 años, cuando la instauró Felipe González. La tradición marca que se convoque anualmente, con la excepción de los años en que se celebran elecciones generales. Esta regla no escrita solo se la ha saltado Mariano Rajoy, en el año 2017, cuando se negó a convocar la cita. Y todo parecía indicar que en 2018 también tenía intención de hacer novillos parlamentarios.

Pero coincidiendo con la fecha que marca su incumplimiento de hacerlo antes de primavera, y con la iniciativa de Unidos Podemos para afearle el gesto, La Razón publica hoy que el Debate de la Nación se celebrará cuando se aprueben los Presupuestos Generales. Algo que podía pasar a finales de marzo, ahora que hay pacto salarial con Policía y Guardia Civil y cuando la Fiscalía ha abierto el camino para salvar a la senadora Pilar Barreiro, imputada en Púnica. Dos condicionantes que ayudarían a que Ciudadanos apoye las cuentas. La otra variable depende de la formación de gobierno en Cataluña y el levantamiento del artículo 155, que empujaría al PNV a apoyar los Presupuestos.

Aunque, incluso en el caso más optimista de tener cuentas a finales de marzo, desde el PP ya avisan de que el Debate del Estado de la Nación se celebraría a finales de junio o principios de julio. Una vez más, el Gobierno aprovecharía el verano para esconder de la proyección pública una situación que le puede hacer mucho daño y mostrar su soledad parlamentaria.

El Gobierno y el verano

Echando la vista atrás, desde que Rajoy llegó a Moncloa, su querencia por el verano ha sido llamativa. El año pasado forzó a la Audiencia Nacional para que su histórica testificación en el caso Gürtel fuese en julio. Y después, cuando el Congreso le pidió que explicase en la Cámara su comparecencia judicial, Ana Pastor la programó para el 30 de agosto. En el año 2013, acudió al Senado para explicar sus SMS con Luis Bárcenas pero lo hizo el 1 de agosto y el 1 de julio de 2016, tras ocultarlo en la referencia del Consejo de Ministros y a los medios, el Gobierno sacó 8.7000 millones de euros de la hucha de las pensiones. Un fenómeno que los psicólogos explican porque en verano “hormonalmente estamos más preparados para aceptar determinadas cuestiones”.