Hace un año y medio los responsables de comunicación del presidente del Gobierno (entonces no en funciones) denunciaron un incremento considerable de sus seguidores en Twitter. El peligro de esto es sufrir ataques 'desde dentro'. Un episodio similar -no son ajenos el resto de líderes- se dio en junio del año pasado, mientras que en octubre se supo que muchos de quienes aparecían como acólitos en la red del pájaro azul, eran perfiles falsos.

Este mismo domingo, a esta hora, utilizando la herramienta Twitter Audit Report, se puede comprobar que del más del millón cien mil seguidores, 483.000 son reales y 667.000 son fakes, es decir, más falsos que una peseta de cromo. Sin entrar en la fiabilidad total de esta aplicación, la cifra sirve para compararla con otra, la del número de afiliados del Partido Popular.

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Militantes y otros excesos

En el blog 'No me jodas que me incomodas' han hecho público un análisis de este asunto bajo el título 'Los 850.000 militantes del PP y otros excesos', tema recurrente y poco dado a la publicidad mediática.

Sin embargo, en esta bitácora lo contraponen a lo que sucede con otras formaciones. Tras calificar, como mínimo, de “sospechoso” el último dato conocido de 862.000, el artículo lo compara, por ejemplo, con el del PSOE que “cerró su censo para la votación del acuerdo con C’s en 189.167 militantes con derecho a sufragio”. Abriendo más la perspectiva hacia Europa “la CDU/CSU alemana dice tener 600.000 miembros, el SPD menos de 460.000, los socialistas franceses 131.000 y los republicanos 238.200, los laboristas británicos 388.407 y los tories 149.800, el Partido Democrático de Renzi dice tener 385.320 afiliados”.

Tierra Media

La primera conclusión a la que llega 'No me jodas que me incomodas' es que, al margen de la idiosincrasia patria, en “la militancia del Partido Popular deben incluir a los militantes de Narnia, la parte meridional de la Tierra Media y algunas regiones del País de Nunca Jamás”.

Siempre que alguien decide escudriñar este apartado oscuro que, en el caso del PP es negro como el carbón, suele recurrise al viejo argumento de distinguir entre militantes (pagan cuota) y simpatizantes. En este blog recuerdan que “contar 'simpatizantes' como trampa para inflar tus estadísticas puede estar muy bien, pero no es real y no debería tenerse en cuenta”.

Y van más allá. Incluyen la comparativa con los datos correspondientes a la Agencia Tributaria. La conclusión es que, con el ejercicio de 2013 en la mano, “en un país en que (...) medio millón de personas según sus partidos pagan cuotas, que sólo se presenten 90.000 declaraciones deduciéndolas resulta cuanto menos extraño”.

Ni siquiera el CIS

Tampoco el Centro de Investigaciones Sociológicas respalda la teoría dela afiliacion. Tal y como se subraya en este artículo, “en el barómetro de noviembre 2013 preguntaba específicamente por la participación de diversas organizaciones, incluyendo partidos políticos”. Ante tal pregunta, y cruzando su respuesta “por recuerdo de voto en 2011”, llevaba en el caso 'popular' a que “el 4,7% de los encuestados que afirmaron votarles pertenecen a un partido político". De este modo, "como supongo que los miembros de Falange Auténtica votando al PP son pocos y los miembros de PCE que voten PP aún menos, lo normal es que quienes votaron PP y afirman pertenecer a un partido, éste sea el PP. Con sólo trasladar ese porcentaje al nº de votantes del PP en la generales de 2011 saldrían poco más de 509.000 'pertenecientes'”.

Tampoco cuadra si se tiene en cuenta que de los 13 millones de euros que en 2014 obtuvo el PP según su memoria, 3,7 millones correpondieron a cuotas de afiliados (la básica es de 20 euros al año). Por lo tanto, “salen 185.636 militantes que pagan su cuota con religiosidad. Pero teniendo en cuenta y a la vista de las informaciones que las cuentas del PP presuntamente tienen serios problemas de credibilidad y legalidad, estos cálculos tampoco pueden ser muy tenidos en cuenta”.

En definitiva, si las cifras de seguidores en Twitter de Mariano Rajoy presentan un porcentaje de fakes más que elevado, a la vista de lo publicado por 'No me jodas que me incomodas', tal vez existe una correlación entre lo que revelan las redes sociales y las cifras puestas en entredicho por este blog... o a lo mejor es que somos unos malpensados.