“Debiera poder ser y si no pudiera serlo sería un mal asunto, la constatación de que la convivencia nacional sigue adoleciendo de graves insuficiencias, que un catalán o una catalana llegara a la presidencia del Gobierno de España”, reflexiona García Abad en el último número de El Siglo.

Remontarse hasta la I República
En el artículo ¿Puede una catalana ser presidenta del Gobierno?, el colaborador de ELPLURAL.COM recuerda que los últimos presidentes de España procedentes de Cataluña fueron Figueras y Pi i Margall en la I República, y desde entonces la responsabilidad más alta de un político catalán fue la vicepresidencia de Narcís Serra. Felipe González planeó incluso que votaran al barcelonés en el Parlamento para que le nombraran presidente al modo de Calvo-Sotelo, aunque al final las presiones guerristas lo evitaron.

Serra, Borrell, Roca…
Dentro del PSOE, Borrell también inició la carrera y se impuso en unas primarias frente a Almunia, “pero renunció por las dificultades puestas por el aparato y al no contar con el apoyo de Prisa, cuya influencia en el partido era muy fuerte”. En cualquier caso Borrell era atípico en el sentido de que había desarrollado toda su carrera política en Madrid. Más allá del socialismo, Miquel Roca intentó un proyecto nacional a través del Partido Reformista Democrática (PRD), apoyado por la Generalitat de Pujol, pero no cosechó ni 200.000 votos y no logró ningún escaño.

El precedente de EEUU
“Es Estados Unidos hemos asistido al fenómeno, que parecía imposible, de que un negro alcanzara la Casa Blanca y, probablemente hubiera llegado una mujer si Hillary Clinton hubiera ganado las primarias frente a Obama”, expone el periodista. Y es que  cree que “en España habría que pasar la prueba del algodón democrático de que alcance la alta magistratura una mujer catalana como Carme Chacón”, de 40 años, miembro del PSC y ministra de Defensa como lo fue Serra antes de vicepresidente. En cualquier caso cree que a Alfredo Pérez Rubalcaba “no le faltan méritos” y “sería el primer sexagenario” que alcanza la presidencia en democracia.