El escenario electoral que se presenta en la Comunidad Valenciana cuando ya ha arrancado oficialmente la campaña electoral en todo el país da un buen pronóstico para la izquierda encabezada por el socialista Ximo Puig. El ElectoPanel de esta semana, publicado por este periódico y en colaboración con Electomanía, apunta que todas las formaciones de izquierda, si permanecen unidas, repetirían gobierno.

La intención de voto no dista a grandes rasgos con el sondeo de la semana anterior, ya que este 13 de mayo se muestra cómo el PP de Carlos Mazón seguiría postulándose como primera fuerza más votada con el 32,5% de los votos; siguiéndole el paso de cerca el PSOE de Ximo Puig con el 27,9% de los apoyos en las urnas.

Como tercer partido, figura Vox, liderado por Carlos Flores, con un 15,5% de los apoyos de los valencianos. Le sigue así en cuarto lugar la formación regionalista encabezada por Joan Baldoví, Compromís, con un 15,2% de los votos. Las dos últimas formaciones serían Unidas Podemos y Ciudadanos, que tendrían unos resultados de 5,7% y 2,9%, respectivamente.

De esta manera, la formación naranja no tendría cabida en los pactos de gobierno por no obtener los suficientes votos que, a posteriori, se puedan transformar en escaños.

En lo que concierne a la representación parlamentaria en las Corts Valencianes, por un lado, el PSOE obtendría 30, Compromís 14 y Unidas Podemos 5, lo que resultaría de una suma final de 49 escaños, por los que necesitarían uno más para llegar a tomar el mando del Botànic. A la contra, la unión de PP y Vox daría 50 representantes parlamentarios.

Con estos resultados sobre la mesa, y por orden de mayor a menor, así quedarían los resultados tras el recuento de votos:

 

Por consiguiente, la imagen que quedaría en el Parlamento regional sería la siguiente:

 

Ximo Puig retendría la Generalitat Valenciana, según el CIS

Desde otra perspectiva, tal y como se dio a conocer este jueves con el barómetro del CIS, el socialista valenciano sí que mantendría el liderazgo autonómico tras el 28M. Las principales fuerzas políticas saben que en los resultados finales de la región pueden marcar el devenir de las elecciones generales del próximo mes de diciembre. De celebrarse hoy las elecciones, la victoria sería para el Partido Popular. Un triunfo, sin embargo, agridulce, pues los números no son del todo favorables para los conservadores, que no suman con Vox y ceden en bandeja la Generalitat al Botànic.

Los populares se impondrían en los comicios al PSPV por apenas dos puntos de diferencia (29% frente al 30,7), pero no accederían a la mayoría absoluta. De hecho, la sumatoria de fuerzas de una derecha (PP y Vox) que pierde a Ciudadanos establece su frontera en los 48 asientos. Es decir, dos escaños menos de los 50 que marcan el límite de la absoluta. Guarismos que superan con creces (si se cogen las horquillas más altas) las formaciones de izquierda. El Botànic mantendría su hegemonía en la Comunitat Valenciana. El PSPV aportaría 36 escaños, a los que se añaden los 5 de Podemos y los 19 de Compromís.

En este sentido, cabe tener en cuenta otro aspecto que ha reflejado el organismo de Tezanos: la valoración ciudadana de sus líderes. El president de la Generalitat Valenciana y el candidato de Compromís y que recientemente ha dejado su escaño en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, son los únicos dirigentes políticos de la región que obtienen más de un aprobado por parte de su ciudadanía. El socialista Ximo Puig logra la nota media más alta con un 5,58, seguido de Joan Baldoví, que obtiene un 5,23. Les sigue el candidato del PPCV, Carlos Mazón, con una calificación de 4,76; el aspirante de Unides Podem - EUPV, Héctor Illueca, con un 4,14 y la representante de Ciudadanos, Mamen Peris, que saca un 4,04. La nota más baja es la del candidato de Vox, Carlos Flores, que se queda en un 3,39.

Desde que se confirmó la convocatoria de elecciones municipales y autonómicas a finales del 2022, Puig urgió a no “retroceder” en términos políticos en la región, señalando así los principales problemas y retos vividos y que quedan por delante: los daños de una fuerte DANA o los efectos de la inflación en las economías domésticas; como datos positivos, la llegada de Volkswagen a la autonomía y el aumento de las plantillas públicas de educación y sanidad, aunque aún queda pendiente el problema de la gestión del agua, una reclamación que viene al hilo de la Región de Murcia para con el trasvase Tajo-Segura.