El PSOE pretende cumplir con la palabra dada y tener listos los Presupuestos Generales del Estado 2022 para principios de octubre, pero las horas se consumen y Unidas Podemos, que vincula una nueva ley de vivienda con la aprobación de las cuentas, no cede. Pese a que ambos manifiestan voluntad de lograr un acuerdo y suman once meses de negociación, el consenso es aún una quimera.

Este lunes se ha producido una reunión al más alto nivel entre la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, para acercar posturas. Pero no ha sido posible. La negociación por la regulación del mercado del alquiler sigue encallada pese a las prisas de los socialistas por alcanzar un acuerdo que facilite la aprobación de las nuevas cuentas en la primera quincena de este mes.

Morados y socialistas han constatado sus diferencias. Fuentes conocedoras de la reunión han confirmado que el PSOE no quiere regular los precios del alquiler pese a que está firmado en el pacto de legislatura. Las mismas fuentes admiten que las negociaciones continúan, pero no entienden la "cerrazón" del socio mayoritario del Gobierno por eludir ese control de precios para grandes propietarios.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha afeado que no es capaz de entender "por qué razón no se quiere hacer" lo mismo que despliegan otros países europeos, sobre todo cuando las familias dedican "el doble a pagar el arrendamiento" que el resto de las medias europeas, concretamente un 40% a diferencia del 24% de tasa estimada en el resto del continente.

"Los jóvenes españoles no necesitan paternalismos sino poder emanciparse para acceder a una vivienda. Hoy esto es un imposible y, por tanto, lamento decirles que no hay acuerdo. Estoy segura de que avanzaremos estos días y desde luego por nosotros no va a ser. Cuando el PSOE quiera estamos dispuestas", ha recalcado.

Desde Unidas Podemos se han esforzado por trasladarle al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su mano derecha, Félix Bolaños, que a día de hoy no cuentan con el apoyo su bancada para los PGE 2022 y que topar los alquileres en zonas tensionadas es una de las tres condiciones sine qua non que han impuesto. Los otros dos asuntos son la derogación de la reforma laboral y una ambiciosa reforma fiscal para elevar al 15% el impuesto de sociedades.

Tal es el hartazgo de UP que esta semana llevarán al Congreso una nueva ley de vivienda de la mano de otros socios del Gobierno (ERC, EH-Bildu, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Junts y la CUP). Con todo, el PSOE se mantiene optimista. Fuentes parlamentarias consultadas afirman que “seguiremos negociando” con Podemos “como hasta hora”.