El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha argumentado que la profunda remodelación del Consejo de Ministros viene motivada por la necesidad de enfocar todos los esfuerzos del Ejecutivo hacia la recuperación post pandemia. Nuevos rostros para nuevos retos. Sin embargo, estas nuevas fichas en el tablero también deberán lidiar con asuntos pasados que tiempo ha que requieren solución. Es el caso del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), cuya renovación permanece enquistada desde diciembre del año 2018.

Según ha publicado Carmen Morodo en La Razón, el Partido Popular volverá a valorar un consenso con el PSOE aunque consideran que el cambio de interlocutores tendrá el mismo resultado: sin éxito. El recién nombrado ministro de Presidencia, Félix Bolaños, continuará comandando las negociaciones junto a la ministra de Justicia, Pilar Llop.

Cabe recordar que Bolaños, en su anterior cargo de secretario general de Presidencia, ya era el encargado de despachar con Teodoro García Egea, secretario general del PP, en este asunto. No obstante, los de Pablo Casado auguran otro fracaso pese a que se añade Llop a la ecuación y Génova ha rebajado presuntamente sus exigencias. Y es que, los populares consideran que la nueva titular de Justicia “no tiene peso como interlocutora porque ni siquiera la conocen en la carrera judicial”.

Las exigencias de Casado

Tras las elecciones catalanas del pasado 14 de febrero, PP y PSOE retomaron los contactos tras un largo letargo. Se alcanzaron consensos, aunque su fragilidad era tal que unas declaraciones de Egea minaron cualquier esperanza de éxito. El objetivo de ambas formaciones era lograr un acuerdo bloque para la renovación de parte del Consejo de RTVE, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el defensor del Pueblo.

Sin embargo, Egea alardeó de que Pedro Sánchez había “aceptado” la condición de Pablo Casado de apartar a Pablo Iglesias, cuando entonces aún era vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030. La fanfarronería de los populares socavó el delicado acuerdo.

Las exigencias del PP entonces estaban claras: apartar a Unidas Podemos. De hecho, desde Génova vetaron los nombres propuestos por los morados, a saber, el magistrado José Ricardo de Prada, juez decisivo en la sentencia Gürtel; y la exdiputada Vicky Rosell. Ahora, con Iglesias fuera del Gobierno, La Razón informa de que las condiciones han sido rebajadas y se limitan al compromiso del PSOE de abordar una reforma para que la renovación del CGPJ recaiga en los propios magistrados y “sean los jueces los que eligen a los jueces”.

Sin Podemos

La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, ha reiterado este martes en una entrevista en TVE que su línea roja para renovar el CGPJ sigue siendo que Podemos no “condicione” la propuesta.

"El Gobierno de España no está en esa labor. Hemos visto constantemente los ataques al CGPJ y como el propio presidente del Gobierno desestabiliza algo tan importante como el Estado de Derecho con los indultos, al ningunear el informe del Tribunal Supremo", ha afeado Beltrán.

Así, la dirigente del PP ha indicado que con esos pasos "se pone en jaque los pilares del Estado" y ha llegado a "cuestionarse la monarquía por parte de ministros del Gobierno". A su entender, todo eso crea "gran incertidumbre" y el PP en ese contexto "no puede decir que sí" a la renovación del Consejo.

Al ser preguntada entonces si no habrá renovación de los órganos constitucionales mientras Podemos siga formando parte del Gobierno de España, Beltrán ha reconocido que no habrá pacto "mientras Podemos esté condicionando la negociación".

"Mientras Podemos condicione esa negociación no va a haber acuerdo", ha abundado Beltrán, que ha añadido que además se tienen que establecer "requisitos" que el Gobierno debe atender, como avanzar en la "despolitización" de la Justicia, de forma que "los jueces elijan a los propios jueces". A su entender, "la gente quiere despolitizar la Justicia para que les dé seguridad".