El Partido Popular, acusado en más de una ocasión de utilizar de manera interesada a las víctimas de terrorismo, acostumbra a tratar bien a sus buques insignia. Es el caso de Maria del Mar Blanco, presidenta de la fundación que lleva el nombre de su hermano, Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA. La exdiputada se quedó sin escaño en las pasadas elecciones del 10 de noviembre y el partido la ha colocado ahora como asesora del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid para el área de Vivienda, una materia con la que no ha trabajado, según El Confidencial.

Blanco fue una de las afectadas por las maniobras de Pablo Casado de mantener en primera línea a su amigo y compañero desde que anunció su candidatura a liderar el PP, Javier Maroto. Fue cabeza de lista por Álava en las generales del 28A, pero se quedó sin escaño; por lo que se empadronó en Sotosalvos (Segovia) para poder ser elegido senador por designación autonómica.

La presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco consiguió escaño el 28A de carambola y gracias a la renuncia de Daniel Lacalle y Andrea Levy. Blanco se hizo con un puesto en el hemiciclo en diferido.

El cambalache de Casado y Maroto forzó a Blanco a dejar de formar parte de las listas por Madrid y, para el 10N, fue candidata al Congreso por Álava. El resultado fue el mismo y se quedó sin escaño.

Y entonces, se activó esa maquinaria interna que engrasa el PP cada vez que uno de los suyos se queda sin cargo público. Había que subsanar el estado de Maria del Mar Blanco. Dicho y hecho: ya es nueva asesora en el Ayuntamiento de la capital a razón de entre 53.700 y 75.017 euros.

No es la primera vez que los populares ofrecen un puesto a Blanco en Madrid. Ya ocurrió en septiembre de este año cuando le ofrecieron dejar su escaño en Madrid para ser comisionada de las Víctimas de Terrorismo. Lo rechazó. Si hubiera aceptado, la lsita hubiera corrido y hubiera entrado en el Congreso Carlos Aragonés, marido la exconsejera de Esperanza Aguirre e imputada en Púnica, Lucía Figar.

El caso Pedraza

Este ofrecimiento se realizó apenas siete de otro encaje de bolillos con Ángeles Pedraza, expresidentea de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Pedraza es la actual gerente del 112. Este puesto lo obtuvo después de que Ayuso la traslada desde la comisión de Víctimas del Terrorismo al comisionado para la Cañada Real. El cambio no gustó a Pedraza y el PP rectificó. Tres cargos en solo dos semanas. Con el último cambio, la expresidenta de la AVT pasó de cobrar 75.000 euros a 100.000.