No hubo espacio para la sorpresa. El Congreso de los Diputados ha celebrado la última sesión antes de las vacaciones. Un pleno ómnibus que tenía en la reforma del artículo 35 de la Ley de Extranjería su piedra angular. Partido Popular y Junts anunciaron en los días previos su rechazo a la toma en consideración del articulado, con la inestimable colaboración de la ultraderecha de Vox. Pese al discurso de la parlamentaria de Coalición Canaria, socio de los conservadores en el Ejecutivo insular, el PP se descabalga de la “solidaridad” prometida por Alberto Núñez Feijóo e incluso llegó a secundar la retirada de la norma para ganar tiempo a futuro en busca de un pleno monográfico.
Cristina Valido, diputada de Coalición Canaria, canalizó el protagonismo en el arranque del súper pleno con una intervención que se convirtió en un desgarrador grito de ayuda ante la situación de emergencia que viven los territorios insulares. Pronunció un discurso que rozaba con la agonía de una autonomía con los niveles de estrés rebosantes, llegando a calificar la situación actual de la región como de “trágica”. Trufó sus palabras de constantes llamadas de atención a los grupos que exhibieron su oposición a la reforma, advirtiéndoles de que “los profesionales, voluntariados, cuerpos de seguridad y ciudadanos están extenuados”.
El destino del texto era inevitable, por lo que puso sobre la mesa la retirada de la reforma para que los grupos se dieran más tiempo para alcanzar un pacto de mayorías. “El Congreso no ha sido capaz de trabajar en materia migratoria, de reformar la ley y adaptarse a la nueva situación”, verbalizaba Valido, quien primaba el hallazgo de una postura común y transversal para destensar el escenario canario, que lo ha calificado como de “extrema gravedad”. Ante la imposibilidad de “explicar a los canarios” que la Cámara Baja haya sido incapaz de dar respuesta a esta situación, insiste en postergar el debate sobre la mencionada problemática.
La iniciativa de Valido ha obtenido el respaldo del Partido Popular, quienes se abrían a abrazar esta posibilidad. La portavoz conservadora Ana Isabel Alós remataba el debate con un repaso al recetario del PP en materia migratoria. A su entender, la reforma legislativa niega a los gobiernos autonómicos para la acogida de menores migrantes. “Sin medios, la solidaridad no es suficiente”, pronunciaba la portavoz popular, quien tildaba la iniciativa legislativa de “egoísta” al tratarse de un “yo reparto y tú apañas”. O, lo que es lo mismo, un “parche y un chantaje” al PP.
Los conservadores se enrocaban en su ‘no’ por sistema a las políticas migratorias, recurriendo a la propuesta de Valido de retirar la normativa y, así, darse un tiempo más para que consolide un acuerdo con toros los grupos políticos. Para los populares es urgente cerrar un acuerdo porque el “drama” de los menores no acompañados sólo comporta la “punta del iceberg de la emergencia migratoria. La petición de Coalición Canaria la hizo suya el PP, quien insistía en clasificarlo como “parche” a la formación popular.
Junts se une a la entente
Lo advirtieron y así acabó ocurriendo. Junts no ocultaba su rechazo a la reforma del texto legislativo. Su portavoz parlamentaria, Miriam Nogueras, cargaba contra Moncloa por acusar a su vez al Gobierno por “abusar” de la solidaridad de Cataluña, además de puntualizar que la normativa lo que hace es “sobresaturar” los recursos municipales. Tampoco creen que garantice las “condiciones mínimas”, sino que su utilidad es dar alas al discurso de PP y Vox. “O damos tranquilidad y seguridad a los que llegan y se lo damos a los que ya están o esto no va a funcionar”, aventuraba Nogueras.
En paralelo, ha urgido a Salvador Illa a que explique “muy bien” por qué su partido -el PSC-por qué su fuerza política respalda una “ley española que tensiona a Cataluña”. Por lo tanto, ha instado a todos los partidos del arco parlamentario a salir del “búcle de populismo, buenismo y demagogia” en torno a los discursos migratorios y retirar la Ley para negociar un acuerdo con Cataluña.
Por su parte, tanto PNV, como Podemos y Bildu han respaldado la medida, pero instan a plantear soluciones “viables, suficientes y sostenibles a lo largo del tiempo”. “Requerimos de la corresponsabilidad del resto de comunidades autonómas”, reclamaba la portavoz de Podemos, Noemí Santana. En este sentido, la parlamentaria del PNV Maribel Vaquero aludía a una “situación de emergencia extraordinaria”, recriminando al Ejecutivo que esté perdiendo “una oportunidad para afrontar el reto de la inmigración de forma responsable”. Por su parte, el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, ha anunciado el apoyo de su grupo a la modificación de la normativa por cuestiones de “solidaridad”, aunque ha exhibido su discrepancia “con algunos puntos” de la reforma pese a que el “fondo es positivo”.