El presidente del PP de la Comunidad Valenciana (PPCV), Carlos Mazón, va por libre y ha ignorado la directriz de Génova que prohíbe las cenas, actos y comidas de partido en Navidad debido a la incidencia del Covid. Pero va tan por libre, que ha superado a la ‘reina de la libertad’, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien, pese al cabreo soberano mostrado contra sus jefes, finalmente ha acatado lo dicho por la dirección nacional del partido y ha suspendido los actos previstos.

Sin embargo, su colega valenciano, aduciendo que los locales ya estaban pagados, ha aprovechado este fin de semana para darse un baño de multitudes entre sus acólitos. Excusa, la del dinero, que no ha impedido a Ayuso suspender los suyos.

Mazón va a la suya y, para muestra, un botón: el PPCV ha tuiteado las órdenes de Génova este lunes a las 13:29 minutos. Es decir, el líder del PP de la Comunidad Valenciana ha ordenado a los suyos suspender todos los actos solo cuando él ya había celebrado su comida y sus cenas multitudinarias.

La directriz

Mazón supo de la directriz de su partido el viernes mientras se celebraba la comida del PPCV. Un evento que reunió a 400 personas y donde no se permitió el acceso ni de periodistas, ni de fotógrafos ajenos al partido utilizando la pandemia como excusa. Pero la misma pandemia que impedía ejercer la libertad de prensa no sirvió para anular el resto de comidas y cenas. Mazón mostró con el Covid el mismo doble rasero que utiliza con la corrupción: la de los demás sí, la mía no.

Pero no contento con no suspender los actos previstos, el nuevo líder de los populares volvió a marcarse un ‘bailecito’ con la misma música con la que publicó un tik tok vestido con un pijama de Mickey Mouse. Su baile, con dos militantes se produjo la noche del viernes en la cena del PP de la Ciudad de Valencia, donde se reunieron 200 personas. Una cena en la que todo el PP valenciano ya sabía que Génova había pedido suspender los actos navideños.

Mazón va por libre y se fue de cena y, al día siguiente, viajó hasta Altea, en contra del criterio de su partido y de su presidente, Pablo Casado, para comer con 170 personas. El motivo era celebrar la proclamación de la presidenta local, Rocío Gómez, y de su nueva directiva.

Y mientras Mazón ignora a Génova para no quedarse sin su baño de multitudes, Díaz Ayuso acata la directriz. Eso sí, la presidenta madrileña no ha dudado en lanzar un misil de crucero a Casado. La presidenta de la ‘libertad’ le ha dicho a la dirección nacional que "las cancelaciones masivas de cenas y celebraciones" que se están viviendo estos días "están generando el caos”.