El duro e hiriente discurso de Pablo Casado contra Santiago Abascal durante la moción de censura fallida supuso un punto de inflexión en las relaciones entre el Partido Popular y la ultraderecha de Vox. Y parece que no es el único golpe de timón del líder de los populares. Hasta hace unas horas, los partidos independentistas catalanes -ERC y JxCat- eran poco menos que el Anticristo. Ni que decir tiene la consideración que le merecía Bildu. Pues bien, Casado ha virado de estrategia: además de marcar distancias con la ultraderecha al menos en el plano retórico, da interlocución al independentismo.

Fuentes del Partido Popular han confirmado a ElPlural.com que el Grupo Parlmentario Popular ha mantenido contactos tanto con Esquerra Republicana de Catalunya como con Junts en el marco de su propuesta de resolución para que el estado de alarma dure ocho semanas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rebajado de seis a cuatro meses el estado de alarma y sea el Consejo Interterritorial el que decida si lo tumba o no el 9 de marzo en lugar del 9 de mayo.

Casado no ha aceptado y ha propuesto que el estado de alarma no exceda las ocho semanas, es decir, hasta el 20 de diciembre, y Sánchez acuda cada quince días a someterse al control del Congreso.

El PP ha registrado una proposición de resolución en este sentido al tiempo que ha emplazado al Gobierno a “acometer los cambios jurídicos necesarios en la legislación ordinaria para evitar” recurrir a la “excepcionalidad del estado de alarma”.

Para sacar adelante la iniciativa, “el Grupo Parlamentario Popular ha mantenido contactos con formaciones políticas salvo Bildu”, han admitido fuentes de Génova. Asimismo, “no descartamos apoyar proposiciones de resolución de otras formaciones políticas destinadas a salvaguardar el control parlamentario”.

El volantazo de Casado es más que evidente y se ha producido en apenas una semana. Cabe recordar que durante su intervención en la moción de censura de Abascal, Casado le afeó que para que el bloque de las derechas pudiera configurar un Gobierno alternativo “necesitaríamos los votos de los independentistas y de los bilduetarras”, y “no los queremos”. La aseveración ha envejecido mal, pues seis días después, ha dado interlocución a ERC y JxCat.

Por su parte, Esquerra ha registrado en el Congreso una propuesta de resolución que ya ha sido aceptada por el PSOE para que Sánchez rinda cuentas cada dos meses durante la aplicación del nuevo estado de alarma y que en marzo la Conferencia de Presidentes, previo acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud, pueda decidir si lo levanta o lo mantiene hasta el 9 de mayo.