Muchas veces no se repara en ello por el impacto que provocan los delitos que se investigan y la trascendencia de los altos cargos implicados, pero no por ello carecen de interés los nombres que se usan para bautizar a las operaciones contra la corrupción. Este martes, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido al exministro Eduardo Zaplana y en el foco de las pesquisas está su anterior etapa como presidente de la Generalitat valenciana. Los investigadores han optado esta vez por el nombre de Operación Erial.

Según ha podido saber El Plural, al expresidente valenciano le investigan varios grupos dentro de la UCO, una división de la Policía Judicial de la Guardia Civil formada por “varios grupos” encargados de delitos contra el Patrimonio, de cargos políticos, blanqueo de capitales, económicos, tráfico de drogas, homicidios y secuestros, delincuencia organizada, tráfico de seres humanos, entre otros.

Un orden alfabético
Pero ¿quién determina cómo se llamará la operación? Según explican fuentes solventes a El Plural, es el coronel jefe de la UCO, Manuel Sánchez Corbí, el que aprueba el nombre elegido por los investigadores. “En la elección de la letra que encabeza el nombre suele aplicarse un criterio alfabético para llevar un control”, dicen las citadas fuentes.

"Siempre con relación con lo investigado"
En cuanto a la vinculación del nombre con la operación, las mismas fuentes aseguran que “siempre tiene una relación con lo que se investiga”.  Lo que ha trascendido es que a Zaplana se le investiga, dentro de la ‘operación erial’ por presuntos delitos de prevaricación, blanqueo de capitales y malversación de caudales públicos. El caso estaría relacionado con el cobro irregular de comisiones, que eran desviadas a paraísos fiscales, a partir de contratos de parques eólicos y concesiones de ITV.

Según la Real Academia de la Lengua, se denomina “erial” a “una tierra o un campo sin cultivar ni labrar”. No deja de ser más que curioso el nombre elegido por la UCO esta vez.