Antes de responder a esta interpelación, es preciso situar el marco político en el que estamos. Hace más de tres meses de las elecciones generales del  20D y no hay nuevo Gobierno, es decir, sigue gobernando el Partido Popular. Un Gobierno del que deben hacerse algunas precisiones.

Ante el requerimiento de extradición de la Justicia argentina a presuntos responsables de la época franquista, su ministro de Justicia, es decir el Gobierno, ha dicho que “con Franco firmar penas de muerte no era delito” lo que supone una expresión más bien de apoyo a la dictadura.

El Gobierno del PP ha devaluado los fundamentos de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la convivencia democrática

Respecto al drama humanitario de los refugiados que huyen de un conflicto armado y de regímenes represivos, ese Gobierno se ha unido a la UE para solucionarlo como ha dicho el profesor Javier de Lucas: “Refugiados por mercado”. Podemos sabe que el Gobierno del PP ha dejado una larga estela de leyes y actuaciones represivas -como en las fronteras de Ceuta y Melilla- contra los derechos civiles y sociales  que han devaluado los fundamentos de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la convivencia democrática. Y, para ello, también han aplicado hasta límites insoportables para la mayoría social una economía de mercado sin contrapesos al servicio de los mas poderosos, el famoso 1% de la  población. El valor constitucional “Justicia” ha sido sacrificado.

Mientras, las nuevas alternativas democráticas andan enredadas entre asuntos de familia -como Podemos- y disquisiciones y disputas ideológicas que conducen de forma irresponsable a esta nada en que vivimos, mientras el Gobierno del PP  destruye cuanto toca.

Podemos es el mayor responsable de este gran fraude a la Ciudadanía

Es un gran fraude a la ciudadanía, del que el mayor responsable es Podemos y parte de sus aliados. En su programa electoral afirmaba: “Queremos, sabemos, podemos”. Estamos comprobando que no cumple ninguna de sus aspiraciones y que, si mantiene su cerrazón y obstinada resistencia al pacto PSOE-Ciudadanos estarán cada vez mas lejos de cumplir aquellos objetivos. A la vez que contribuyen activamente a la continuidad del actual Gobierno autoritario.

Naturalmente que hay diferencias, algunas sustanciales, entre el programa del referido Pacto y el de Podemos. Pero ahora no es el momento de las grandes reformas económicas sino de garantizar el respeto de los derechos humanos. Y este objetivo, absolutamente prioritario, está presente en dicho Pacto.

Constan compromisos respecto el “reforzamiento de derechos y libertades”, “mejorar –en base a medidas muy concretas- la calidad de las instituciones”, “la lucha contra la corrupción”, mediante reformas que superan con mucho las adoptadas por el PP, “restablecer los derechos perdidos de los trabajadores”, “el desplazamiento de la carga tributaria hacia la riqueza” o la atención a las “grandes fortunas” y muchas mas propuestas que, sin perjuicio de su profundización desde el ejercicio del poder, pueden ser asumidas por Podemos porque, al menos en  parte, coinciden con su programa electoral. Siempre que dicho compromiso no se subordine, como tan erróneamente se ha hecho, a ocupar altos cargos, sillones ministeriales, desde una posición tan contradictoria con su permanente denuncia de la llamada “casta”.

Solamente desde la alianza de fuerzas políticas, a veces mas allá de las identidades ideológicas, puede llevarse a cabo una reforma constitucional 

La posición ofensiva, cuando no agresiva, de Podemos frente al pacto es incompatible con su continua apelación a la “gente” -pese a su evidente indefinición- para decidir su futuro en todos los ámbitos y, expresamente, con su exigencia de que en “democracia, el debate y la discrepancia son la norma y no la excepción” ¿O es que planteaban el programa para tomar, solos “las riendas del gobierno de nuestro país”? Evidentemente, es imposible. Pero, además, resulta una obviedad que solamente desde la alianza de fuerzas políticas, a veces mas allá de las identidades ideológicas, puede llevarse a cabo una reforma constitucional y del marco legal de la amplitud que expone su programa. Un programa que plantea, nada mas y nada menos, que la reforma de seis normas constitucionales, que exigen, al menos, una mayoría de dos tercios, ocho leyes orgánicas, que exigen mayoría absoluta, y la derogación o reforma de unas noventa leyes ordinarias o reglamentos. Solo así pueden derogar o reformar, entre otras, leyes tan importantes como el derecho de asilo, la de Seguridad Ciudadana, la LOMCE, la de reforma del proceso penal, etc. 

Debería exigirse a Podemos que, sin más demora, abandone su altivez política e ideológica

Llevar a cabo esta amplia y profunda reforma de nuestro sistema democrático exige desde este mismo momento histórico forjar un modo de dialogar y forjar acuerdos políticos que, al menos hasta ahora, está lejos de haberse producido. Por tanto, debería exigirse a Podemos que, sin más demora, abandone su altivez política e ideológica y se tome, en palabras de Dworkin, el Derecho, los derechos en serio. 

Los ciudadanos necesitamos ya, inmediatamente, un Gobierno verdaderamente democrático. Un Gobierno que, además, otorgue amparo y asilo a los refugiados, víctimas de la traición y la humillación de los Gobiernos europeos.