El Gobierno presidido por Pedro Sánchez ya ha puesto en marcha las primeras medidas del escenario de contención reforzada que ha anunciado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, con motivo del brote de coronavirus. Por el momento, las iniciativas se limitan al cierre de centros educativos y a recomendar a las empresas que puedan implementar el sistema del teletrabajo en la Comunidad de Madrid y el País Vasco, los puntos geográficos donde más se acusa el brote.

Desde que comenzara la crisis del coronavirus, el Partido Popular ha evitado hacer oposición con este asunto, pero este lunes, tras una reunión con su Ejecutiva, Pablo Casado viró de estrategia y pasó a la ofensiva en plena crisis de salud pública.

En una rueda de prensa celebrada en Génova 13, tendió la mano al Gobierno para apoyar las iniciativas de contención; pero pidió la aprobación de una batería de medidas mediante un real decreto. ¿El problema? Que la práctica totalidad de los puntos que detalló Casado formaban parte de su programa electoral y no son sino ayudas a los empresarios. De hecho, podría decirse que asumió en su integridad las exigencias de la patronal, lo que ha generado numerosas críticas.

El Partido Popular ha propuesto “reducir a la mitad el Impuesto de Sociedades a los sectores afectados, en concreto al turismo. Y suprimir este impuesto temporalmente a la empresa en zona de cuarentena”; y “aplazar el IVA a las empresas afectadas”, así como “suprimir las subidas fiscales anunciadas, tanto la financiera, las tecnológicas, y las medioambientales”.

Casado propone “aprobar un fondo de garantía para Pymes y autónomos con línea de liquidez específica para que no les supriman el crédito, en colaboración público-privada con la banca, el ICO, el BCE y el BEI” y “cancelar la contra reforma laboral para garantizar la flexibilidad y la competitividad de las empresas y autónomos, e impulsar el teletrabajo”.

De entre el paquete de medidas, destaca también que Casado, literalmente, pide fomentar el turismo: “Aprobar un paquete legislativo para eliminar trabas burocráticas, potenciar la unidad de mercado y la internacionalización, con refuerzo de personal en puertos y aeropuertos y un plan de comercio exterior y fomento del turismo”.

Al mismo tiempo que Casado pide básicamente recortar en ingresos con una potente bajada fiscal y la asunción de gastos, insta a “devolver los 2.500 millones adeudados a las Comunidades Autónomas para reforzar su gestión sanitaria y de Educación” y un “plan de contingencia sanitaria para reforzar los recursos de las autonomías”.

Plan del PP de Pablo Casado contra el coronavirus

Y de las críticas encubiertas de Casado, a las veladas de José Luis Martínez-Almeida. El alcalde de Madrid, quien admite la total coordinación con el Ejecutivo, lamentó que Sánchez está “escondido” y le instó a dar “la cara” y asumir responsabilidades.

“Esta es una cuestión técnica, pero en una situación de alarma es imprescindible que el presidente del Gobierno dé la cara, que de vez en cuando salga a informar a los españoles”, defendió; al tiempo que espetó que “no me creo que tenga un plan”.

Almeida apostó por “el plan de Casado”, que no es sino el programa electoral del PP en 10 puntos. Hasta pide paralizar “la contrarreforma laboral”. Y todo para que los empresarios paguen menos impuestos, a pesar de que pide también un mayor gasto público.