El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha comparecido este miércoles en rueda de prensa tras tres horas de espera en mitad de la crisis de Gobierno que vive ERC y su socio Junts. La convocatoria a los medios ha tenido lugar después de que tuviera lugar una reunión con el Govern de manera extraordinaria y después con el secretario de Junts, Jordi Turull.

Aragonés ha comenzado pidiendo perdón a los ciudadanos de Cataluña: "Nos encontramos en un momento social muy complicado en cual es imprescindible acompañar a la ciudadanía. Y las desconfianzas no ayudan a nuestro objetivo". Por otra parte, ha añadido que "Junts planteó que me sometiese a una cuestión de confianza. Hoy el país necesita un Govern cohesionado". El president ha añadido que "mi responsabilidad es pensar en el bien común y en la ciudadanía, y lo que la gente pide es un gobierno cohesionada y que priorice el bienestar y la prosperidad, y esto no es compatible con una cuestión de confianza que puede llevar el país a una interinidad que no es deseable en el contexto actual".

También ha anunciado que ha cesado al vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, para tratar de cesar la crisis: "La situación actual ha generado una desconfianza con el vicepresidente Jordi Puigneró, que no me informó de la cuestión, y por lo tanto he decidido cesarlo a la espera de que Junts proponga una nueva persona para el cargo de vicepresidente y la consellería que el señor Puigneró ostentaba".

El encuentro entre los miembros del gobierno autonómico, que ha comenzado sobre las 17.10 en el Palau de la Generalitat, se ha celebrado después de que el martes en el Debate de Política General (DPG) Junts planteara que Aragonès se someta a una cuestión de confianza si no concreta cómo cumplir el acuerdo del Govern, y el presidente lo rechazara y emplazara a sus socios de coalición a tomar una decisión "con celeridad" sobre si salen o no del Ejecutivo.

En la reunión del Govern, el presidente quería preguntar a los consellers de Junts si están de acuerdo con la propuesta de cuestión de confianza. Por su parte, los consellers de Junts pretendían trasladar a Aragonès el mismo mensaje que el partido dio en el Debate de Política General, es decir, pedirle que se someta a la cuestión de confianza si no da garantías para cumplir el acuerdo del Govern.