Preparados. Listos. ¡Ya! La carrera por llegar a la Moncloa ha comenzado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado viernes que las elecciones generales se celebrarán el 28 de abril. La disolución de las Cortes se concretará el 5 de marzo y, hasta entonces, el Congreso de los Diputados tiene fechadas dos sesiones de control al Gobierno. Dos plenos en los que Ejecutivo y oposición llevarán al extremo las disputas ya de por sí tirantes sin fecha electoral. Los partidos pisan el acelerador y esbozan sus estrategias de captación de votos. En la izquierda del tablero político parece que la posibilidad de sorpasso de Podemos al PSOE se ha diluido, pero en la derecha, la lucha por hacerse con la hegemonía se prevé encarnizada. Con la irrupción de Vox, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se ha ultraderechizado para enamorar de nuevo al “votante descarriado”. En este sentido, los populares rescatarán temas como la caza y Gibraltar en la sesión de control para pescar en las aguas de Santiago Abascal.

“¿Está pensando el Gobierno prohibir la caza en España?”, preguntará el diputado Teófilo de Luis Rodríguez al ministro de Cultura y Deporte José Guirao. La cuestión no es casual. El PP ya preguntó por la caza, la Navidad y las tradiciones el pasado diciembre, tras cristalizarse la irrupción de Vox en Andalucía.

Ya el fin de semana, Casado denunció que “los gustos de los ministros han acabado siendo ley: si no les gusta la caza, los toros, la pesca o los motores diésel, se terminan prohibiendo”.

Algo semejante dijo el pasado diciembre, cuando mentó la caza junto a varios argumentos fake. En aquel entonces, acusó al PSOE de querer “prohibir los toros”. Apenas dos días después de aquella afirmación, el exministro y exportavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, preguntó a Guirado si “están de acuerdo con las declaraciones de la ministra de Transición Ecológica [Teresa Ribera] sobre la supresión de los toros”.

Además de la caza, el PP recurrirá al clásico de sus clásicos: Cataluña. Dolors Monserrat, portavoz del Grupo Popular, preguntará por las exigencias de los independentistas; María Jesús Bonilla sobre los “intentos de desprestigio” al Poder Judicial por el juicio al procés e, incluso, la diputada María de la Concepción de Santa Ana preguntará por Gibraltar.

Por su parte, Pablo Casado, hará un totum revolutum preguntando a Sánchez por su “balance” en los ocho meses de Gobierno.

Cabe destacar que el próximo 3 de marzo el mundo rural celebra una manifestación en Madrid, pero ni PP ni Vox están invitados: "Agradecemos el apoyo de los partidos políticos, pero nos negamos a que nos utilicen para hacer su campaña electoral", dijo Ángel López, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC).

Discurso sobre Cataluña, pero con guiños

Casado admitió en una conversación con periodistas en los pasillos del Congreso que reconducirá su argumentario para “no morder el anzuelo” de nuevo y hablar más del 155 y no de la ley del aborto y de Franco. La postura con Cataluña sirve para marcar distancia con PSOE y Podemos, pero no para distinguirse de Ciudadanos y Vox. Pero Casado tiene ya tiene un plan.

Lo adelantó en una conversación en el parlamento con periodistas y lo ejecutó por primera vez a través de su cuenta oficial de Twitter: “Los españoles tienen derecho a saber. Si se convocan elecciones, ¿Sánchez está dispuesto a comprometerse a que nunca va a pactar con los independentistas? ¿Hay algún otro partido dispuesto a revalidar el pacto del abrazo, es decir, un acuerdo con Sánchez? Hay que dejarlo claro”.

Así, parece que su estrategia con respecto a Rivera es clara: presentarles como socios del PSOE de Sánchez.

Ahora bien, ¿y Vox? El presidente del PP optará por no mentarles porque posee el “votante descarriado” al que quiere volver a enamorar. Y para ello, estos guiños a la caza, así como otras cuestiones, serán recurrentes.